El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha
publicado una nueva estadística salarial, el Índice de Precios del Trabajo
(IPT). Se mejora así la información
disponible sobre la variable economica correspondiente a los salarios. Dichas estadísticas
confirman que la crisis ha afectado de forma negativa a buena parte de los
salarios en España, sobre todo a los percibidos por los nuevos empleos. Los supuestos
aumentos salariales registrados en los últimos años resultan inferiores si se elimina el denominado “efecto
composición”. Los aumentos salariales citados
han sido más bajos en los niveles salariales más reducidos que en los más elevados. Como consecuencia de lo
anterior, los salarios han perdido peso
en el conjunto del PIB en favor de las rentas
del capital.
El IPT lo ha obtenido el INE a partir de los
datos salariales disponibles procedentes de la estadística correspondiente a la
Estructura Salarial Anual. No se ha efectuado,
pues, una nueva encuesta. Se ha establecido
un conjunto de categorías salariales o de puestos de trabajo representativos,
con ponderación variable cada año. Se ha llegado así a una nueva serie de salario medio anual por hora trabajada, y ello de forma
independiente de la composición salarial por empresas. La serie anual publicada cubre el periodo
2008-2014.
En ese intervalo de tiempo (2014/2008),
mientras que el coste salarial por hora trabajada estimado en la Encuesta
Trimestral de Coste Laboral del INE aumentó en un 9,4%, el mismo concepto, medido
por el Índice de Precios del Trabajo, retrocedió en un -0,6%. La espectacular
diferencia entre ambas evoluciones revela
que los niveles salariales deben medirse directamente. La nueva estadística pone
de manifiesto la perversión del efecto composición. Así, los despidos de empleos temporales, peor
remunerados, elevaron artificialmente el
nivel medio salarial estimado hasta en el caso de disminución de todos los salarios. Dicha evolución se debió a la ganancia de presencia relativa de los salarios más altos en el conjunto
empresarial.
La estadística de deciles salariales, estimada a partir de una submuestra de los
resultados de la Encuesta de Población Activa, presenta los datos salariales medios anuales distribuidos
por deciles. Se atribuye a los empleos seleccionados el salario correspondiente
a la actividad principal de los hogares seleccionados. Según dicha estadística,
entre 2008 y 2015 el salario medio por persona ocupada aumentó en un 6,7%, mientras
que el salario medio correspondiente al decil 3 (tiene por debajo al 25% de los
salarios más reducidos) descendió en un
1%. Los salarios más elevados continuaron, pues, aumentando en los años de crisis, mientras que
los más reducidos no solo no aumentaron, sino que retrocedieron.
La estadística salarial más utilizada en el
análisis coyuntural, el salario medio mensual, que alcanzó en el segundo
trimestre de 2016 un nivel de 1.943 euros/mes, creció entre 2008 y 2015 un punto menos que el Índice de Precios de
Consumo. La pérdida de poder adquisitivo en cuestión debió ser bastante más
acusada en los niveles salariales más reducidos.
Una evolución tan negativa de los salarios en
la etapa de crisis e inicio de la recuperación ha provocado un descenso notable
de la participación salarial en el valor del PIB. El peso de los salarios en el
PIB a precios corrientes alcanzó el
50,1% en 2008, mientras que en los tres primeros trimestres de 2016 ha
retrocedido hasta el 47,3%. De forma paralela ha crecido la participación en el
PIB del excedente de explotación
(beneficios, alquileres, intereses). El peso de las rentas salariales no llega
al 50% del PIB, cuando los asalariados superan el 80% del empleo, según la EPA.
La renta nacional se ha redistribuido, pues,
con la crisis, en favor de las rentas del capital y en contra de las rentas del
trabajo. La mayor desigualdad generada conla crisis se explica, pues, en buena parte, por la
evolución negativa de los salarios en dicho periodo, evolución favorecida por
los cambios en la normativa laboral, así como por el elevado número de parados.
El aumento del salario mínimo interprofesional
hasta un nivel situado entre 700-900 euros al final de la actual legislatura,
desde los actuales 655 euros/mes, en línea con la proposición no de ley
aprobada recientemente en el Congreso de los Diputados, podría ejercer un
efecto compensatorio significativo, sin necesariamente afectar de forma negativa al nivel de empleo.
Una versión este artículo
se publicó en la revista semanal “El Siglo de Europa” de 5.12.2016
[1] JRL es
Vocal del Consejo Superior de Estadística del INE y miembro de Economistas
frente a la Crisis