La llegada de septiembre de 2016 coincidió con una nueva elevación de
temperaturas en toda España. El inicio del mes fue testigo del segundo intento fallido de investidura
a la presidencia del gobierno. El ciclo económico parece mantener el perfil
de crecimiento significativo en el tercer trimestre del año. La opinión pública presentó indicios claros de
apatía y distanciamiento respecto de la situación política. El nuevo curso que
se abre en septiembre está cargado de incertidumbres, que hasta ahora no
parecen haber afectado a la coyuntura económica.
En la semana del 5 al 11 de septiembre
podrían alcanzarse las máximas temperaturas
del verano de 2016. No parece que la cumbre del clima de Paris de 2015
haya tenido hasta ahora consecuencias significativas. Se sigue expulsando masivamente
anhídrido carbónico a la atmosfera y la
sequía se ha convertido en algo crónico. Los excesos del verano de 2016 revelan
que los problemas derivados del ya efectivo cambio climático no preocupan
demasiado a buena parte de la ciudadanía. Con menos frecuencia que antes,
todavía se celebran a fin del mes de agosto las fiestas burguesas de “fin del verano”,
cuando todo indica que es posible que el personal podrá bañarse en bastantes playas
españolas hasta el día de todos los santos (1º de noviembre).
El viernes 2 de septiembre quedó derrotada la
candidatura de Mariano Rajoy a la presidencia del gobierno, a pesar de estar
solo a seis votos de los 176 necesarios. La posibilidad de que se celebren unas
terceras elecciones generales en 2016 cada vez resulta menos remota. En las
intervenciones de los líderes políticos en la tarde del 2 de septiembre
aparecieron algunos matices. Estos apuntan a que, desde el PSOE, pudiera intentarse una
candidatura alternativa de Pedro Sánchez, apoyado por Podemos y por un tercer
partido, que bien podría ser Ciudadanos o un conjunto de fuerzas políticas que
en su mayoría se sitúan en el espectro
del soberanismo segregacionista.
No va ser fácil conseguir tal coalición “a
tres” (de “gobierno Frankestein” lo califico Rubalcaba). Mientras tanto, hay numerosos
problemas que acometer, abundantes normas
emanadas de la etapa de mayoría absoluta del PP que corregir (normativa laboral, tarifas del
consumo eléctrico, ley mordaza, reforma fiscal, ausencia absoluta de política
de vivienda), es imprescindible la reforma constitucional en la cuestión
territorial, así como la ley de financiación autonómica, y hay que modificar la
ley electoral.
Finalmente, es imprescindible responder a las
exigencias de Bruselas en materia de corrección del déficit público, que debe
situarse por debajo del 3% del PIB en 2018, y
está pendiente sobre todo la aprobación de los Presupuestos Generales
del Estado para 2017.
La economía parece acentuar la recuperación. Los
resultados de la Contabilidad Nacional correspondientes al segundo trimestre de
2016 señalan sobre todo la presencia de un dinamismo importante en el consumo
privado de los hogares (3,6% fue la tasa de variación interanual en dicho
periodo), en la inversión en bienes
de equipo y resulta en especial
positivo el comportamiento de las exportaciones, cuya variación interanual a
precios constantes (6,8%) superó al de las importaciones. El turismo ha
presentado un crecimiento excepcional en el verano de 2016, apareciendo
problemas de escasez de agua, también consecuencia del cambio climático.
La animación turística reforzará la
recuperación del subsector de la construcción residencial. Los ayuntamientos se
desviven por conceder nuevas licencias de obras, y alguno hasta aumenta aún más
el ya elevado volumen de suelo calificado como de urbanizable residencial. En
Madrid se comenta la necesidad de racionalizar el gasto público, pero la
realidad revela que crece el número de ayuntamientos. En Madrid los políticos no informan de que la
competencia en materia de autorización de segregaciones de municipios la tienen
las autonomías, que parecen preferir
pueblos cuanto más pequeños mejor.
A mayor recuperación del mercado de vivienda
más crecerá el número de nuevos municipios y más aumentará el empleo en los
nuevos entes locales. Un ayuntamiento de próxima creación, el de
Torrenueva-Costa (Granada), 2700 habitantes, que se prevé sea plenamente
independiente a mediados de 2017, tiene ya más de 85 nuevos empleos
contratados. Cuando llegue el momento, además de concejales, secretario y otros
funcionarios, superará los 100 contratados. Pedirle a dicho nuevo ente local
que diversifique la actividad productiva es como buscar naranjas en el mar.
Cuando en Madrid se hable de racionalizar y
simplificar las administraciones públicas, se puede opinar sin miedo a quedar
mal que se trata de una burda falsedad. No todo es suprimir las diputaciones
mientras no dejan de autorizarse por las autonomías la creación, mediante
segregación, de nuevos municipios.
Una versión de este artículo
se publicó en la revista semanal El Siglo
de 12.9.2016