16 noviembre 2015

LAS INCERTIDUMBRES DE LAS PREVISIONES DE OTOÑO Julio Rodríguez López

  Las Previsiones Económicas Europeas,  elaboradas por la Comisión de la Unión Europea para el otoño de 2015, terminan sus pronosticos dejando atrás  un amplio panorama  de incertidumbres. El escaso crecimiento previsto para los países emergentes, los abundantes riesgos geopolíticos existentes a nivel mundial, la prolongada  debilidad de la inversión, convierten en ampliamente problemáticas las previsiones recogidas en dicho informe otoñal.

 La economía española no es inmune a tales incertidumbres. A pesar de  recogerse en dicho informe unas previsiones para España  mejores que las del conjunto de la Eurozona, tales previsiones  también tienen importantes riesgos políticos por delante.

   Los “vientos de cola” han ayudado a la modesta recuperación de la Eurozona en 2014-15. Los bajos precios de la energía, la devaluación del euro frente al dólar, el apoyo de la política económica, visible sobre todo en una política monetaria muy expansiva por parte del Banco Central Europeo (BCE),  han ayudado a que la recuperación sea un hecho. Sin embargo, resulta evidente la debilidad de la recuperación respecto de etapas similares precedentes. Se arranca de unos descensos acusados  de la actividad y del empleo consecuentes a  la crisis, por lo que resulta insatisfactoria una recuperación tan moderada.

   La desaceleración del crecimiento de las economías emergentes es el principal elemento de incertidumbre. La Comisión ha previsto para la Eurozona un crecimiento del 1,6% para 2015 y del 1,8% para 2016. Dicho  crecimiento puede reducirse si se acentúa la recesión de los países emergentes, situación  que plantearía serios problemas a los responsables de la política económica en los países desarrollados. Unas mayores dosis de inyecciones de liquidez a través de la fórmula del “alivio cuantitativo” no parecen puedan contribuir a paliar la debilidad de la demanda.

 El bajo crecimiento del PIB de la Eurozona en el tercer trimestre de 2015, el 0,3%, ha contribuido a acentuar el pesimismo. A esta situación no le ayuda nada el nuevo golpe terrorista registrado en Francia la noche del viernes 13 de noviembre.

  Las previsiones de la Comisión para España son de un crecimiento del 3,1% en 2015 y del 2,7% en 2016. Los aumentos del empleo serian del 2,6% y del 2,5%, respectivamente. La Comisión considera que habrá que esperar hasta 2017 para que España alcance los niveles de actividad  de 2008, año en el que empezaron  a declinar  actividad y empleo. En el tercer trimestre de 2015 el PIB de la economía española es inferior al del segundo trimestre de 2008 en un 4,6%, mientras que el empleo es un 12,6% menor. En el trimestre citado de 2015 hay 2,6 millones de empleos EPA  menos que en el punto más elevado del pasado ciclo. 

 Para la Comisión el consumo privado y las exportaciones son los principales factores explicativos del buen ritmo de crecimiento español  de 2015.  El consumo se ha beneficiado del aumento del empleo, de la ausencia de inflación, del descenso de la fiscalidad directa  que han disfrutado algunos hogares. La Comisión prevé  que España registrará una nueva aceleración de las exportaciones en 2016, frente a la desaceleración prevista para la Eurozona. 

  Las previsiones de déficit  y de deuda pública   de la Comisión sobre la economía española son más pesimistas que las del gobierno. Los Presupuestos Generales del Estado incluyeron unas previsiones de déficit del 4,2% y del 2,8% del PIB para 2015 y 2016, respectivamente. La Comisión ha mantenido unas previsiones de déficit público de la economía española en el Informe de Otoño del 4,7% y del 3,6%, respectivamente.

  Según la Comisión,  en 2015 España  alcanzará un nivel de deuda pública del 100,8% del PIB. Superan a España en la Eurozona en nivel de deuda publica Grecia  (133%), Italia (194,8%),  Portugal (128,2%)  y Bélgica (106,7%). La media de la Eurozona es del 94% del PIB. Según el gobierno,  en 2017 España  estará por debajo del nivel fatídico del 3% de déficit sobre el PIB, con un 1,4% (2,6%, según la Comisión).

Para la Comisión el gobierno  hace regalos fiscales cuando  se está lejos de cumplir los compromisos de déficit asumidos y, sobre todo, cuando surge el problema de las pensiones. El déficit entre cotizaciones sociales (ingresos) y pensiones (gastos) puede alcanzar los 17.000 millones de euros en 2015. La cuestión es el impuesto o impuestos  a utilizar o a crear para cubrir el déficit citado, si no se quieren recortar  las pensiones.

  España tiene riesgos e incertidumbres políticas. Primero está la cuestión catalana. La declaración unilateral de independencia aprobada por el parlamento catalán el lunes 9.11.2015, ha sido ilegalizada por el Tribunal Constitucional, pero  ya han anunciado los independentistas que pasaran de la previsible suspensión por parte de dicho Tribunal.  

  La segunda incertidumbre será la composición del gobierno que salga de las elecciones del 20 de diciembre próximo. Todo indica que no habrá mayoría absoluta para ninguna fuerza política. Las dudas citadas no ayudaran a la economía española, que acumula así alguna incertidumbre más a las que la Comisión ha señalado para la Eurozona en el Informe de otoño de 2015. 


Una versión este artículo se publicó en la revista semanal “El Siglo de Europa” el 16 de noviembre de 2015





[1] JRL es miembro de Economistas frente a la Crisis y Vocal del Consejo Superior  de Estadística