13 julio 2015

LOS INDICADORES URBANOS DEL INE. ENTRE POZUELO (MADRID) y TORREVIEJA (ALICANTE) Julio Rodríguez López

   A fines de junio de 2015 el INE publicó los denominados  “Indicadores Urbanos”, de acuerdo con la metodología del proyecto europeo, ”Urban Audit”, de la Dirección General de Política Regional  y Urbana de la Comisión Europea. Dicho proyecto pretende recoger información continua de contenido socioeconómico  sobre las condiciones de vida en las ciudades de la Unión Europea.

  El proyecto presta especial atención al fenómeno urbano, al creciente grado de urbanización de la población y subraya el papel motor del crecimiento de las ciudades. El trabajo se  inició en 1998 y se realiza a partir de ciclos de tres años. En principio se recogió información sobre unas 300  variables  representativas del nivel de vida de las ciudades. Después se ha simplificado el conjunto de variables incluidas,  representadas mediante 63 indicadores.

   El proyecto de Indicadores Urbanos del INE se apoya en los centros urbanos, englobados en 109 ciudades españolas de más de 50.000 habitantes. Se han establecido tres categorías adicionales: Conurbaciones (hay dos), cuando los centros afectan a más de un municipio, Áreas Urbanas Funcionales (32), cuando desde varios municipios limítrofes  se producen desplazamientos a la ciudad cabeza del área, y Subdivisiones  de las Ciudades (17). 

  El INE ha establecido 34 indicadores anuales para cada una de las 109 ciudades seleccionadas. Estos se refieren sobre todo a la población, a los hogares, al número de viviendas existentes,  a las principales variables demográficas, al empleo, a la renta media anual de los hogares, a los niveles educativos, a los desplazamientos para ir al trabajo,  a las plazas hoteleras disponibles y a las pernoctaciones.

En el caso de España destacan los indicadores  relativos a la evolución de la población entre 15 y 64 años, que ha permanecido estabilizada entre 2010 y 2014. La edad media de la población española era de 41,8 años en 2014, dos más que en 2010.  La proporción de viviendas vacías ascendía al 13,7% en 2011. La tasa media de paro en 2014 fue del 24,4% y la renta media neta anual por hogar, obtenida a partir de la Agencia Tributaria (sin incluir, pues, a los territorios forales, País Vasco y Navarra) y de las estimaciones de hogares ascendió a 27.747 euros en 2012.

  Las variables económicas más representativas son, pues, las correspondientes a la renta neta media por hogar y a la tasa media anual de paro registrado sobre la población activa. La ciudad con mayor nivel de renta por hogar y con menos tasa de paro de entre las 109 seleccionadas  es Pozuelo de Alarcón (84.360 habitantes en 2014), ciudad vecina de Madrid. La renta neta media anual  de esta ciudad se elevó a 54.544 euros en 2012  y la tasa media de desempleo en 2014 fue el  9,4%.

 El último lugar por ingresos medios familiares correspondió a Torrevieja (Alicante), con  7.986 euros por hogar, 30% de desempleo.  La mayor tasa de paro fue la de Sanlúcar de Barrameda, con el 49,6% de los activos. Las dos ciudades situadas en los extremos en cuanto a nivel de ingresos familiares, Pozuelo y Torrevieja, presentan algunos rasgos destacados. 
Pozuelo es una ciudad con una base productiva débil,  donde las viviendas alcanzan unos precios elevados (2500 euros/m2, los  más altos de la Comunidad de Madrid, los segundos de España, según la estadística de valores de tasación del Mº de Fomento para el primer trimestre de 2015). La población  que reside en dicha ciudad tiene una tasa elevada de empleo (hay 27.328 hogares y 60.000 afiliaciones a la seguridad social). Los datos positivos emanan del  alto nivel de vida de los hogares que compran las caras  viviendas  del lugar, pues los empleos escasean. 
En Pozuelo se produce más bien poco y,  según Fedea, es la segunda ciudad con más desigualdad de España: el 20% de los hogares con rentas más elevadas acumula el 64,1% de la renta disponible local, mientras que al quintil más reducido corresponde solo el 3% de la renta neta absoluta citada.

 Torrevieja, la última de las 109 ciudades en cuanto a renta por hogar según el INE, es una ciudad en la que se ha calificado como de urbanizable residencial a prácticamente todo el suelo municipal. Mientras se construían  nuevas viviendas, el nivel de empleo se mantuvo elevado. En cuanto se acabó el término municipal sin edificar, descendió la nueva construcción y sobreviven los empleos ligados a la restauración y a la hostelería, que no  tienen precisamente una elevada remuneración.  

Los propietarios de segundas viviendas en Torrevieja y los turistas que van por allí liquidan el impuesto sobre la renta de las personas físicas en los lugares de residencia habitual. Hay, pues, un divorcio  entre el nivel de gasto de los visitantes y los ingresos de los residentes habituales. Es el ejemplo perfecto del urbanismo que no hay que hacer, un urbanismo depredador que deja a una ciudad sin actividades productivas alternativas a las migajas del turismo,

Volviendo a  Pozuelo,  no todo son allí  ventajas. En dicha ciudad destaca el menor nivel de España de personas que va andando a trabajar (5,7% frente al 12,8% de España) y es una de las ciudades en las que más se tarda en llegar al lugar de trabajo (28 minutos, frente a 22,3 de media de España). Algo tienen que soportar los opulentos.

Una versión de este artículo se publicó en la revista El Siglo, de 20 de julio de 2015.







[1] JRL es miembro de Economistas Frente a la Crisis y Vocal del Consejo Superior de Estadística del INE