De forma algo abrupta, el
PSOE ha cambiado de candidato para las próximas elecciones autonómicas, a
celebrar en mayo de 2015. De un profesor de economía con fuerte control del aparato de partido en
Madrid pero con escaso “tirón” electoral, se ha pasado a presentar a un
catedrático de Metafísica, el ex ministro Ángel Gabilondo. El gobierno de la Comunidad
de Madrid presenta notables
complejidades, a la vista de las características de la autonomía madrileña. La
llegada al poder autonómico de Esperanza Aguirre en 2003 supuso poner en marcha
una política extremadamente neoliberal, que ha continuado el sucesor. La
simultaneidad de tal política con la
crisis económica de 2008-2013 ha sido negativa para numerosos hogares
madrileños, que han sufrido fuertes recortes en las prestaciones sociales
básicas.
Sobre una
superficie de solo 8.028 kilómetros cuadrados, en la Comunidad de Madrid viven 6,4 millones de habitantes en 182
municipios. Dicha población supone el
13,8% de España. Sobre la misma superficie se obtiene un Producto Interior
Bruto (PIB) equivalente al 17,9% del
total nacional. La densidad de población de dicha comunidad está próxima a los
800 habitantes por kilómetro cuadrado, casi nueve veces más que la media de
España (90 habitantes/km2), muy por
encima de los niveles de cada una de las
restantes autonomías. El PIB por habitante de la Comunidad de Madrid
supera a la media nacional en casi un
30%, solo por debajo del País Vasco (34,5%).
La de Madrid es una
autonomía más desarrollada que la media
de España, con una productividad relativa de su economía un 17,2% superior a la
media nacional, superpoblada a todas luces, con unos precios medios de las
viviendas casi un 40% por encima del precio medio de España. A primera vista se
advierte que los problemas territoriales
deben de ser importantes, como lo confirma el que la necesidad de
racionalizar el urbanismo de las grandes ciudades de esta Comunidad fue una de las razones esgrimidas en 1982
para justificar la creación de la autonomía madrileña.
Sin embargo,
desde que en la Comunidad de Madrid gobierna el Partido Popular y, sobre todo,
desde que Esperanza Aguirre accedió a dicho gobierno en 2003, no existe
estrategia territorial alguna para el conjunto de dicha autonomía. La señora Aguirre
avisó con claridad en dicho año de la
política que iba a implantar.
El gobierno
Aguirre trató de modificar la ley de suelo
vigente desde la etapa de gobierno de Alberto Ruiz Gallardón. Ante la oposición social al nuevo proyecto de ley,
del que se advertía que reducía las viviendas
de protección oficial a construir, Aguirre optó por una vía alternativa. Esta
consistió en modificar de forma gradual dicha
ley, introduciendo cambios puntuales mediante
decretos urgentes y también a través de las leyes de acompañamiento de los
presupuestos anuales de la Comunidad.
Dichos cambios redujeron las cesiones de
suelo a realizar a los municipios por parte de los promotores. Se reforzaron
así los derechos de la propiedad del
suelo frente al interés general.
Otra hazaña urbanística del actual gobierno de la Comunidad de Madrid es la Ley de Viviendas Rurales Sostenibles, que autoriza la construcción de viviendas de hasta 600 metros cuadrados en suelo rustico con la única limitación de que la finca tenga una superficie mínima de 6 hectáreas. El propietario esta exento de realizar cesiones al ayuntamiento y se puede autorizar con una simple licencia municipal. De este modo se degradarán entornos naturales de elevado valor paisajistico.
Otra hazaña urbanística del actual gobierno de la Comunidad de Madrid es la Ley de Viviendas Rurales Sostenibles, que autoriza la construcción de viviendas de hasta 600 metros cuadrados en suelo rustico con la única limitación de que la finca tenga una superficie mínima de 6 hectáreas. El propietario esta exento de realizar cesiones al ayuntamiento y se puede autorizar con una simple licencia municipal. De este modo se degradarán entornos naturales de elevado valor paisajistico.
En materia
impositiva, en una declaración de la entonces presidenta, al inicio de su primer mandato, Aguirre señaló
que los impuestos debían de reducirse en
la Comunidad de Madrid “por principios y por convicción” (El País, 28.1.2003).
En dicha línea, el gobierno de Madrid redujo la presión fiscal, sobre todo la
relativa al impuesto sobre la renta de las personas físicas y sobre el
patrimonio, que no se paga de hecho en esta autonomía al fijar la autonomía un tipo impositivo cero.
El Partido Popular buscó hacer de Madrid una especie de “oasis fiscal” en el centro de España. Esta política coincidió con los recortes impuestos por la crisis, a lo que se unió un claro intento de los “populares” de privatizar la sanidad pública. Este último intento no ha llegado a desarrollarse del todo pues encontró una fuerte oposición social y solo se detuvo ante sentencias judiciales.
El Partido Popular buscó hacer de Madrid una especie de “oasis fiscal” en el centro de España. Esta política coincidió con los recortes impuestos por la crisis, a lo que se unió un claro intento de los “populares” de privatizar la sanidad pública. Este último intento no ha llegado a desarrollarse del todo pues encontró una fuerte oposición social y solo se detuvo ante sentencias judiciales.
Cambiar el injusto sistema fiscal del ejecutivo
autonómico, frenar del todo la privatización de la sanidad pública,
racionalizar el urbanismo madrileño, asediado por las grandes operaciones que los
populares fomentan en Madrid (Chamartín, Campamento, edificio España, operación
Manzanares, Cuarteles), corregir las consecuencias de los recortes sociales, erradicar
las ventas de viviendas sociales públicas a fondos de inversión, son algunos de los principales retos de un gobierno de
izquierdas de la Comunidad de Madrid en
la próxima legislatura.
En el libro
“Filosofía Económica” (Editorial Gredos, 1966), en el capítulo primero, “Metafísica, moral y ciencia”, Joan Robinson
señala que “lo característico de una proposición metafísica es que no puede justificarse,
pero las expresiones metafísicas no están vacías de contenido, pues
proporcionan asimismo un filón del que se pueden extraer hipótesis. No
pertenecen al terreno de la ciencia y,
sin embargo, le son necesarias”.
Del dominio de la
Metafísica por parte del nuevo candidato socialista para la Comunidad de Madrid
cabe esperar aportaciones para superar
el mediocre y antisocial perfil que la
política autonómica ha presentado en los últimos años en esta autonomía.
Una
versión de este artículo se publicó en la revista semanal “El Siglo” de 2 de
marzo de 2015
[1] JRL es
miembro de Economistas frente a la Crisis. Fue vocal del Consejo Económico y
Social de la Comunidad de Madrid en 2006-12, en representación del sindicato
UGT