La creación del “banco malo”, Sareb, fue
consecuencia de la ayuda concedida a España en el verano de 2012 por parte del
Eurogrupo para capitalizar los bancos
afectados por la caída del mercado de vivienda. Una vez en marcha, Sareb puede
ser en 2014 un protagonista significativo del mercado de vivienda de España, en
especial en operaciones de venta a inversores mayoristas. Tras las
previsibles perdidas de Sareb en 2013, 2014 puede ser un año importante para
dicha entidad, en el que sus resultados dependerán de la
calidad de las estrategias de
desinversión puestas en marcha.
En Julio de 2012 la Unión Europea
se comprometió a aportar hasta 100.000 millones de euros a
España, tras las pruebas de evaluación a las principales entidades de crédito
en condiciones muy favorables (0,5%
anual de tipo de interés y plazo de 15 años). El destino era la
recapitalización del sistema financiero español. Los requisitos para recibir la
financiación consistían en seguir una hoja de ruta
para dicha recapitalización, en modificar la normativa de gestión de las crisis
bancarias y en la creación de un “banco malo”. Este último debería
de adquirir los activos problemáticos de los bancos para
que estos reanudasen la actividad crediticia normal.
Tras los resultados de las pruebas de estrés practicadas a los
catorce mayores grupos bancarios españoles a fines de septiembre de 2012, que
señalaron unas necesidades de capitalización comprendidas
entre 25.900 y 53.645 millones
de euros, el gobierno decidió
tomar unos 42.000 millones de euros de los cien mil millones ofrecidos
por el Eurogrupo. Dos grupos de bancos concentraron la mayor
parte de las ayudas necesarias, los del Grupo
0, correspondiente a los bancos controlados
por el Frob (Bankia, Catalunya Caixa, NC Galicia y Banco de Valencia) y los
del Grupo 1 (Caja 3, Banco Ceiss, BMN y
Liberbank).
Entre diciembre
de 2012 y marzo de 2013 se
transfirieron a Sareb, creada en noviembre de 2012, activos problemáticos de nueve bancos. Sareb adquirió por 36.600
millones de euros activos de los bancos del Grupo 1 y por 14.000
millones los de los bancos del Grupo 2. Dichos traspasos de activos se
realizaron a precios sustancialmente rebajados respecto de su valor bruto en libros (más del 50%). El Frob cubrió
las carencias de recursos propios que resultaron en dichos bancos
por la venta de activos a precios inferiores al contable. Para ello empleó los
recursos procedentes de la financiación aportada por el Eurogrupo.
Sareb adquirió en poco tiempo los activos
problemáticos citados de los bancos a capitalizar por el Frob y emitió “deuda
sénior”, para pagar a los bancos. Sareb tiene unos recursos propios
(capital, prima de emisión y deuda subordinada a 15 años al 8%) que ascienden a
4.800 millones de euros, pero compró activos con un valor superior a los 50.000
millones de euros.
El Frob, instrumento
español de resolución bancaria, controlado por el gobierno, tiene la mayor participación en los recursos
propios de Sareb, 2.192 millones de euros, equivalentes al 45,7% del total,
inversión que se realizó con recursos procedentes del empréstito
del Eurogrupo. El 54,3% restante
del capital de Sareb está distribuido
entre un amplio conjunto de inversores privados, entre los que destacan el
Banco de Santander (16,6%) y CaixaBank (12,1%). Los activos se compraron a los
bancos a un coste total de alrededor de 50.800
millones de euros, con un descuento medio del 52,5%, que en el caso de los
activos inmobiliarios llegó a ser del 65%.
La deuda
sénior emitida por Sareb lo ha sido a plazos cortos de uno, dos y tres años, con
diferenciales sobre el euribor a tres meses de hasta casi tres puntos porcentuales. Dicha deuda
está avalada por el gobierno y permite obtener financiación en el BCE.
Como puede apreciarse, el Estado español
resulta decisivo para la obtención de los recursos de Sareb, por lo que no
cabe quedarse con el aparente carácter privado de dicha entidad.
Entre las compras de Sareb, 39.424 millones
de euros son activos financieros, básicamente créditos, y 11.357 son activos inmobiliarios (89.000
viviendas y 13 millones de m2 de suelo). Sareb, que no es un banco
ni un instrumento
de política de vivienda, tiene 15 años de plazo para vender los
activos citados a precios que minimicen el coste para los contribuyentes de la
capitalización de los bancos problemáticos.
Es
posible que Sareb tenga perdidas en los primeros años de funcionamiento. Los
activos los está vendiendo de forma
directa y a también a través de canales mayoristas. Puede crear vehículos
conjuntos con compradores mayoristas vía Fondos de Activos Bancarios (FAB), con
participación minoritaria. Según el último
informe de la Comisión de la Union Europea y del BCE de enero de 2014, las ventas de
activos inmobiliarios por parte de Sareb han sido hasta ahora inferiores a lo previsto,
pero los ingresos derivados de los préstamos a promotor han superado las previsiones. Para 2014 los principales problemas para Sareb
serán los derivados de la evolución del mercado de vivienda, donde solo
muestran dinamismo las compras por parte de extranjeros. También le planteará
problemas la posible entrada en mora de
una porción creciente de la cartera de préstamos a promotor.
En una reciente interpelación socialista en el Congreso de los Diputados al Ministro de Economía sobre Sareb, este dijo
que el “banco malo” es un instrumento para
ganar tiempo, y que trata fundamentalmente con promotores y con grandes riesgos. El Ministro comentó
que Sareb ha comprado a los bancos más afectados por la crisis activos que aparecían en los balances bancarios por un
valor de 100.000 millones de euros, y que ello lo ha realizado con un descuento de alrededor del 50%. Luis de
Guindos recordó que en Bankia se han metido desde el gobierno 22.000 millones de euros en
capital y que, además, Sareb ha
comprado a dicho banco nacionalizado un paquete importante de activos.
También señaló que Sareb ha ayudado a modificar la
percepción del sistema financiero español y de la economía española. Esto último resulta un tanto excesivo. Sareb ha cumplido en principio el papel asignado en el “Memorándum”, esto es, comprar activos a los bancos más afectados por
el ajuste para que estos recuperasen la actividad normal. Eso es una cosa y
otra es la forma en que Sareb va a enajenar
tales activos, la segura colusión de intereses con algunos de los accionistas privados
y también el procurar no salir “afectado”
por las relaciones peligrosa (los “grandes riesgos” que diría el Ministro) con las que se va a desenvolver para vender los
problemáticos activos adquiridos.
Una versión reducida de este articulo se publicó en El Siglo
de 17 de febrero de 2014