20 enero 2014

2014 NO SERA UN AÑO FACIL. Julio Rodríguez López



 El menor crecimiento económico registrado en 2013 en amplias  áreas de la economía mundial  estuvo acompañado de importantes aumentos en los precios de los activos. En 2014  puede persistir dicha evolución  dual de la economía mundial. Los  bancos centrales aplazarán el momento de retirar los apoyos al crecimiento. La recuperación de la economía española,  hasta ahora modesta,   podría reforzarse  en 2014. Dicha  evolución dependerá estrechamente  del comportamiento del conjunto de la eurozona.

En 2013 la economía mundial desaceleró el crecimiento (3,3%) respecto del año anterior (3,8%). Dicha evolución fue consecuencia de  la debilidad prolongada de los países avanzados, sobre todo de  la Eurozona,   y del relativo “bache” sufrido por las economías emergentes. En los países avanzados, incluso en los casos de mayor crecimiento, el ritmo de aumento de la actividad productiva resulta débil, muy por debajo del  alcanzado en las fases iniciales de recuperación  de  ciclos precedentes.

Algunas circunstancias no contribuyeron a impulsar el crecimiento en 2013. Entre las mismas destacan las adversas reacciones que produjo   en los mercados el anuncio de que la Reserva Federal  de Estados Unidos iba a reducir significativamente las inyecciones de liquidez realizadas mediante las compras de activos, sobre todo   deuda pública. Fue necesario mantener  una intensidad equivalente en dichos estímulos monetarios   para reducir el impacto  a la baja que dicho anuncio tuvo en las bolsas. Por otra parte,  sobre   Estados Unidos planeó el problema del tope impuesto por la mayoría republicana en el Congreso  a las emisiones de deuda federal, lo que provocó serias incertidumbres dentro y fuera de dicho país.

En la Eurozona el avance producido en el camino hacia la Unión Bancaria Europea con la creación de un supervisor único, el Banco Central Europeo (BCE) se frenó con la negativa alemana,  materializada en la “cumbre” de diciembre de 2013,   a que se crease en un plazo razonable un mecanismo único de resolución bancaria. Dicho mecanismo  habría de dotarse  de los   recursos  necesarios para acompañar las actuaciones del supervisor único. A la vista de lo anterior, se confirma de nuevo que  el camino realmente seguido por la Eurozona es el del ajuste fiscal,  unido  a   la devaluación competitiva en los países de la periferia,  como forma de ganar cuota de mercado y de reactivar la economía. Pero el simple ajuste salarial no puede lograr a la vez la competitividad y el crecimiento preciso para rebajar el peso de la deuda pública respecto del PIB ni la estrategia alemana se puede exportar a todos los países: no se puede aspirar  a que la Tierra tenga superávit con Marte.

De cumplirse las previsiones de crecimiento del 1,1% en 2014 para la Eurozona, esta no alcanzará el nivel de PIB obtenido al inicio de la crisis hasta el último trimestre de 2015. Una situación  prolongada de débil crecimiento, junto a unos niveles del  PIB  y del empleo  lejanos de  su potencial, añadidos a unos bajos tipos de interés, se podría caracterizar como de “estancamiento secular” (L. Summers, “Washington must not settle for secular stagnation”, FT, 2014). Tal estancamiento puede tener lugar incluso en un marco de intensas elevaciones de los precios de los activos y de las viviendas, en línea con lo sucedido en 2013. Podría haber tanta burbuja y especulación como en  2005-2007  sin apenas crecimiento.

Según  Summers, la actuación exclusiva por el lado de la oferta en la política económica solo produce resultados en un clima de demanda suficiente. Sin un mínimo nivel de  demanda las políticas  de oferta tienen a corto plazo efectos deflacionistas sobre la economía. Además, políticas de estimulo monetario como las que están desarrollando numerosos bancos centrales  no pueden controlarse solo por la vía de la regulación.  Esas políticas  pueden provocar   burbujas especulativas en algunos mercados de activos y de productos, junto a aumentos del apalancamiento de empresas y de hogares, sin estar garantizada una recuperación solida del crecimiento.

   Para evitar el citado “estancamiento secular” invocado por Summers  la política económica debe de conseguir un nivel de demanda suficiente, que  permita un crecimiento razonable del PIB y del empleo, manteniendo  la estabilidad financiera. Los impulsos de la demanda no deben de ocasionar déficits externos elevados, procurándose que una parte mayor de lo que se demanda se cubra con producción nacional.

El PIB de la economía española del  tercer trimestre de 2013  se situó un 7,4% por debajo  del correspondiente al primer trimestre de  2008. El PIB del tercer trimestre de  2013 estuvo un 17% por debajo del nivel que  habría alcanzado dicha magnitud de haberse seguido una tendencia de crecimiento del 2% anual. La economía española ha dejado de obtener entre 2008 y 2013 el 60% del  PIB de 2013.

En 2014 la economía española puede volver a registrar una tasa positiva de crecimiento que podría situarse en el entorno del 0,5%. Dicho crecimiento se apoyaría en las exportaciones y en una evolución menos negativa de la demanda interna. El empleo puede volver a registrar tasas positivas de variación, pero todo indica que serán muy moderadas y se concentrarán en empleos temporales. El nivel de actividad del primer trimestre de 2008 no se alcanzará posiblemente hasta 2016.

El ajuste a que obliga el Pacto Fiscal  Europeo puede llevar a España a una situación próxima al estancamiento secular mencionado. Con el   final  de la recesión y con el paso a una situación de aumento moderado del empleo, la política económica   tiene por delante la tarea de lograr una   reducción significativa   del importante  número de empleos destruidos y de compensar  la desaparición de un amplio número de empresas durante la prolongada etapa de crisis.  Debe de evitarse, además, que persista la  reducción del alcance de  numerosas prestaciones sociales, impidiendo el avance de las desigualdades. El logro de la recuperación y la mejora de la competitividad de la economía española  no debe lograrse a costa de romper eequilibrio  social. Demasiadas tareas para 2014.


 Una versión  de este  articulo se ha publicado en la revista "El Siglo" de 20.1.2014