RETORNA LA PASION
POR EL LADRILLO
Julio Rodríguez López
(El Siglo, 13.2.2012)
Las primeras medidas
adoptadas por el gobierno del Partido Popular resultan favorables a la
vivienda en propiedad de nueva construcción. Los anuncios del ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Arias Cañete, acerca del contenido pro chiringuitos y pro
construcciones junto al mar de la reforma de la Ley de Costas, aclaran el destino que quiere para las playas
de España el nuevo gobierno. Destaca
asimismo la posición firme del candidato
popular a la presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas Bocanegra, en
favor del denominado “turismo
residencial” en el urbanismo a practicar por dicho partido en el caso de ganar
las elecciones andaluzas.
El Real Decreto- Ley 20/2011 (BOE de
31.12.2011) prorrogó a todo el año 2012
el tipo superreducido del IVA del 4% para las entregas de viviendas nuevas. No
se ha modificado el tipo impositivo del Impuesto sobre transmisiones patrimoniales,
que grava las ventas de viviendas de segunda mano y que oscila entre el 7% y el
9%, según autonomías. Se aplica así un tipo bajo a las ventas de nuevas
viviendas, y se introduce una discriminación
en contra de los adquirentes de
viviendas usadas.
España tiene un parque de viviendas próximo a
los 26 millones. La oferta de vivienda usada es mayor que la de vivienda nueva. Además,
los precios de las viviendas usadas son inferiores, en general, a los de
la vivienda nueva de las mismas características. El gobierno de Rajoy pretende animar las ventas de viviendas
nuevas para estimular la nueva construcción residencial.
El Real Decreto-Ley citado ha establecido que
la deducción por compra de vivienda en el IRPF se aplicará como se venía haciendo
hasta 2010, y ello con carácter retroactivo para 2011. La deducción
es del 15% de una base imponible limitada a 9.020 euros anuales, 1.353
euros al año para cada contribuyente. La
ayuda fiscal citada podrá llevar a reducir en dos puntos el porcentaje de
retención aplicable en la nómina. El gobierno ha eliminado la concesión de nuevas ayudas directas al arrendatario joven, la denominada “Renta Básica de Emancipación”, en
vigor desde 2007.
De nuevo se refuerza en España la discriminación
contra el alquiler y a favor de la vivienda en propiedad. Las ayudas fiscales
al alquiler se aplicarán solo a las rentas bajas. Cuando se comenta la tendencia del español a la vivienda en
propiedad no se trata de que lleve en el ADN la preferencia por la propiedad.
La reducida proporción de hogares en vivienda de alquiler se deriva de unas
políticas destinadas a estimular la propiedad. Dichas políticas se iniciaron en el régimen político precedente a la
transición democrática. A Franco le salió bien eso de hacer de España “un país
de propietarios”, aunque el impago de la hipoteca sea ahora una pesadilla para numerosos
hogares.
El teórico Ministerio de Medio Ambiente pretende legalizar, vía nueva Ley de Costas, bastante de lo construido junto al mar en la
pasada fase de burbuja inmobiliaria. A la frecuente degradación de playas y
montañas se ha llegado por la actuación
permisiva de los ayuntamientos y de los gobiernos autonómicos. En el futuro será
difícil acceder a las playas, por las nuevas barreras de chiringuitos y de construcciones
en plena orilla del mar que impulsarán las normas que prepara el citado
ministerio.
En una entrevista en la SER el candidato a la
presidencia del gobierno autónomo andaluz indicó que “el turismo residencial”
será su prioridad en la política urbanística a desarrollar. En la pasada etapa
de auge inmobiliario la construcción de viviendas teóricamente destinadas a
segunda residencia desbordó con mucho a la
infraestructura hotelera existente. Esto
no ayudó al desarrollo del turismo, pues con frecuencia se rebajó el
atractivo de las zonas costeras y de montaña
invadidas por el ladrillo residencial.
Además, la construcción residencial
expulsó actividades productivas agrícolas y de empresas pequeñas y medianas
próximas a los municipios afectados hasta 2007. Bastantes de dichas empresas y
actividades agrícolas, en especial las hortícolas, eran perfectamente sostenibles. Ahora se las
echa de menos, ante el parón abrupto de la nueva construcción. Los ladrillos no
se pueden comer, desgraciadamente.
El nuevo modelo productivo, la economía
competitiva que pretende desarrollar el gobierno popular, puede llegar a ser “mas de lo mismo”. Los gobernantes
deberían ojear las estadisticas. El Ministerio de Fomento
estimó que a 31 de diciembre de 2010 habia en España 687.523 viviendas no
vendidas de nueva construcción. 425.000 viviendas, el 62%, estaban en las provincias costeras. Además, España aparece entre los países más
problemáticos de la Eurozona, que son
los que registran los mayores déficits
exteriores. Crecer desde el ladrillo requiere de financiación externa abundante.
Dicho modelo conduce a más deuda exterior que, aunque sea privada, la acaba sufriendo el conjunto de los
ciudadanos españoles.