12 enero 2011

2011. Una recuperación compleja

Julio Rodríguez López

2010 fue el tercer año de recesión económica en España, tras el inicio de la crisis en 2007. Los resultados globales fueron menos negativos que en los dos ejercicios precedentes. Tras la crisis financiera y económica de 2008-09, en 2010 los mercados de deuda complicaron la reactivación, en especial a los países periféricos de la Eurozona (Grecia, Portugal, Irlanda y España). En dichos países los problemas de elevada deuda y de altos deficits públicos incidieron el pasado año sobre las condiciones de financiación. En 2011 Bélgica se unirá a dichos países, ante la profunda división política de dicho país entre las comunidades flamenca y valona, lo que dificulta la adopción de una política económica de rigor.

Tras casi un mes de tranquilidad, por la tradicional falta de actividad de fin de año en dichos mercados, en la primera semana de 2011 las dificultades de colocación de la deuda portuguesa han supuesto un recordatorio de la persistencia de los problemas de refinanciación de la amplia deuda exterior de España (a pesar de los chinos).

Los problemas de la economía española se han dejado sentir con intensidad en Andalucía y en la provincia de Granada. En esta última el mercado inmobiliario presentó en 2010 indicios de mayor debilidad que en el resto de España. Dicha situación ha afectado sobre todo a las comarcas en las que fueron más importantes los niveles de construcción residencial en la fase expansiva precedente.

Los mercados de deuda frenan el crecimiento

Mientras se mantuvo la confianza en el euro los mercados de bonos (públicos y privados) no hicieron distinciones entre los diferentes países integrantes de dicha área económica. Pero desde que cambió la valoración de la moneda única los inversores están tratando de forma distinta a los diferentes estados miembros de la Eurozona. La diferencia de los tipos de interés exigidos a la deuda de los países problemáticos con los de la deuda alemana refleja la distinta confianza que los mercados conceden a las respectivas economías.

En 2010 los inversores consideraron que el elevado endeudamiento, los más altos tipos de interés y el bajo crecimiento implicaban mayores riesgos de impagos. En los países de la periferia europea parece difícil que la Eurozona pueda rescatarlos a todos ellos en caso de dificultades. “Lo que hace a la actual crisis tan tóxica es que la mayor parte de los países periféricos adolecen de un problema de competitividad. No todo es cuestión de disciplina fiscal, pues una disciplina infinita puede hacer a dichos países aun más insolventes” (W. Munchau, “Tiempo para que la Eurozona aporte algunas respuestas”, Financial Times, 30 de diciembre de 2010).

“2011 puede hacer realidad los sueños de los que ven al euro como una etapa hacia una mayor integración europea, pero también puede desencadenar la desintegración de la construcción pacientemente iniciada en 1958 con el Tratado de Roma” Ch. Wyplosz, “2011, ¿Un buen año para Europa”. www.telos-eu.com”). Pero las dificultades de financiación externa dificultan la recuperación en España de un ritmo normal de aumento del crédito. Dicha evolución frena el crecimiento económico y retrasa la recuperación del empleo. Las mejores previsiones que se apuntan para 2011 puedan chocar de nuevo con las dificultades de financiación en los mercados de renta fija.

La fuerte expansión de la construcción residencial se hizo en España en la primera década del presente siglo apelando a los mercados exteriores, a los que es preciso devolver volúmenes importantes de recursos. Asimismo, es difícil que los mercados inmobiliarios absorban las viviendas pendientes de venta sin que se resientan sustancialmente a la baja los precios de los inmuebles construidos gracias a dicha deuda.

Coyuntura y mercado de vivienda en la provincia de Granada

Según el Ministerio de Trabajo, en diciembre de 2010 el nivel medio de afiliados en alta a la Seguridad Social en la provincia de Granada fue de 310.800. Dicha magnitud supuso un descenso del -0,73% sobre el año precedente, lo que implicó una disminución ligeramente inferior a la de la media de España. Desde el inicio de la crisis se han perdido en Granada unos 33.000 puestos de trabajo, equivalentes al 9,1% del empleo existente al final del año 2007. En la comarca de la Costa el impacto de la crisis ha resultado mayor, como lo revela el que la pérdida de empleo en Motril, segunda ciudad de la provincia, haya sido de unos 3.700 afiliados en el mismo periodo, el 17,3% del empleo existente en diciembre de 2007.

El comportamiento del turismo en la provincia granadina en 2010 estuvo por debajo del correspondiente al resto de España, como lo señala el mayor descenso sufrido por las pernoctaciones causadas en enero-noviembre (-3,9% en Granada frente al 1,2% de aumento en el conjunto nacional). En el mercado de vivienda el número de transmisiones (datos procedentes de los notarios) cayó a un ritmo próximo al 15% en los tres primeros trimestres del año, mientras que en el conjunto de España dichas ventas aumentaron ligeramente (2,2%) en el mismo periodo de tiempo.

La mayor caída de las ventas de viviendas en Granada ha estado acompañada de un retroceso mayor en las viviendas iniciadas. Así, mientras que el descenso de las iniciaciones fue en España del 18,4% en enero-septiembre, en la provincia en cuestión el retroceso ha sido del -38,2%. Esto último ha supuesto que en 2010 se habrán iniciado en la misma solo 1.800 viviendas, que quedan lejanas de las 24.200 de 2007. Un descenso tan acusado en la construcción residencial indica que un 60% de la pérdida de empleo antes citado en Granada se debe al retroceso de la obra ejecutada en la construcción residencial.

En Granada el stock de viviendas existente a finales de 2010 se aproxima a las 540.000, de las que el 4% (21.600) eran viviendas de nueva construcción no vendidas. El descenso del -0,4% del saldo del crédito a la economía por parte de bancos y de cajas de ahorros en Granada reflejó el retroceso de los créditos aportados al mercado de vivienda en el pasado año. En 2011 persistirá el ajuste en el mercado de vivienda, donde los descensos de los precios de la vivienda en Granada han estado por debajo de la media de España desde el inicio de la crisis (-11,8% en la provincia de Granada frente al -12,8% de España). Dicho ajuste ha sido insuficiente hasta el momento, lo que retrasa la recuperación de la obra nueva.

Dinamización y mayor competitividad, asignaturas pendientes

En 2011 la economía norteamericana parece haber cogido un mayor impulso, alentada por la creación masiva de liquidez desde la Reserva Federal. En Europa, Alemania se ha fortalecido en la escena económica mundial, a la vista de su capacidad de exportar a nivel mundial. Los países nórdicos de la Union Europea han demostrado asimismo una positiva capacidad de ajuste al nuevo marco de la economía globalizada.

En 2011 la economía española puede crecer más, apoyada en el marco más dinámico de la economía mundial y europea. El despegue definitivo dependerá del ritmo de concesión de nueva financiación y de la capacidad de diversificar la economía. La construcción residencial, que tardará en recuperarse, no podrá desempeñar en los próximos años un papel tan relevante como el que tuvo hasta 2007. La exportación es ahora la variable clave. La dinamización de la economía granadina dependerá de los impulsos externos y de la capacidad empresarial y de los líderes políticos de adaptarse al nuevo marco que ha impuesto la crisis.

2011 será un año importante en la reestructuración de las entidades de crédito, concretamente en el caso de las cajas de ahorros. Las reformas emprendidas en 2010 en las entidades financieras implican que las cajas, que tan alta cuota de mercado han disfrutado hasta ahora en Andalucía y Granada, evolucionarán hacia bancos en los que las cajas tendrán una participación importante en su capital social.

Dicha transformación la ha provocado la necesidad de captar los capitales precisos para fortalecer los recursos propios de las cajas y la dificultad inicial de”adelgazar” al sector en el contexto autonómico de España. La necesidad de más recursos propios es consecuencia de la fuerte concentración de inversiones en el mercado de la vivienda. El mundo de las cajas de ahorros experimentará profundos cambios en los próximos años. Sentimentalismos aparte, se trata ahora de que las nuevas entidades resultantes sean útiles a la sociedad en la que actúan, contribuyendo a un mayor desarrollo de la misma y a la imprescindible ganancia de competitividad que ha planteado la crisis.

(Ideal, 9.1.2011)