17 octubre 2011

Un nuevo "shock" de pesimismo e incertidumbre

Julio Rodríguez López
   El pesimismo ha retornado a la economía mundial en el otoño de 2011, especialmente en Europa. Se están repitiendo por estas fechas  algunos de los síntomas que acompañaron a  la quiebra de Lehman Brothers  en septiembre de 2008, como es el caso de  la paralización de las operaciones en los mercados interbancarios.  Pero la presencia de unos síntomas parecidos no implica que la crisis gestada en el difícil verano de 2011 responda a las mismas causas que ocasionaron  la crisis anterior.
  Desde julio de 2011 han destacado  las dificultades políticas de Estados Unidos para aumentar el nivel de deuda pública, y  se han revisado  a la baja  las previsiones de crecimiento de dicho país. Lo anterior,  unido a  la prolongada inquietud derivada de los problemas de la deuda soberana en la Eurozona, ha provocado un shock de incertidumbre,  visible sobre todo en la citada reducción de actividad en los mercados interbancarios de dinero.   
  Las compras de deuda pública italiana y española por parte del BCE consiguieron tranquilizar  en agosto los mercados de deuda. Con la llegada del cálido otoño  se ha confirmado que los bancos franceses  y alemanes tienen en sus balances unos niveles elevados de exposición a la deuda de los países más  problemáticos de la Eurozona. Dichos bancos necesitan, pues,  de una capitalización significativa, necesidad que se une a la de aumentar los recursos  del Fondo de Estabilización Europeo, en línea con los acuerdos de la cumbre europea del pasado mes de julio.
  Los organismos internacionales han confirmado  la importante desaceleración de la economía mundial en el verano de 2011, mas acusada en los países desarrollados que en los emergentes. Las previsiones para los últimos meses de 2011 son de un crecimiento nulo o   reducido, en especial en la Eurozona. Existe un importante déficit de credibilidad respecto de la capacidad de los gobiernos para superar las consecuencias de la crisis de la deuda. Dicha desconfianza, que está presente tanto en Estados Unidos como en Europa,  frena los niveles de demanda efectiva de los agentes económicos, y reduce el ritmo de crecimiento. El  ritmo débil medio de crecimiento posterior a 2008  explica que los niveles de PIB por habitante no hayan superado todavía en 2011  a los existentes antes de dicho ejercicio.
   El signo de la política económica dominante en la Unión Europea tiene un acusado carácter estabilizador. En  Estados Unidos  los intentos del  gobierno de Obama  de poner en marcha programas de impulso al crecimiento resultan obstaculizados  por el control de la mayoría del Congreso por parte de unos republicanos muy escorados a la derecha.   Los estímulos monetarios procedentes de los bancos centrales, sobre todo en Estados Unidos,  no se ven después acompañados por un aumento paralelo del crédito.
  Existe, pues, una amplia posibilidad de sufrir una nueva recaída en la crisis iniciada en el verano de 2007. Después de dicha fecha  los niveles mas reducidos de actividad se produjeron en el último trimestre de 2008 y primero de 2009.   Los estímulos fiscales y las actuaciones encaminadas a sanear los balances bancarios, que tan trascendentes resultaron hace tres años,  chocan ahora  con la exigencia de reducción de los niveles de deuda y de déficit.   Las reformas estructurales solo generan efectos a largo plazo. Es necesario  acortar el periodo de lento crecimiento del PIB, actuando los gobiernos de forma decidida contra el riesgo de deflación. Impidiendo así  que el elevado desempleo  se haga crónico.
  Si la política económica se limita a la reducción de los déficits, en un momento en que hogares y empresas reducen sus niveles de gasto, entonces la crisis de demanda se profundizará. Resulta preciso actuar de forma que la economía real eleve los niveles de competitividad,   favoreciendo así el crecimiento.
  En España, los indicadores de la evolución del mercado de trabajo en septiembre  y el persistente descenso de las ventas  y de los precios de las  viviendas en el tercer trimestre ha acentuado  el perfil   pesimista de la coyuntura conforme avanza 2011.  Los buenos resultados del turismo en este año   no bastan para contrarrestar la marea pesimista. Las ventas de viviendas se aplazan  a  la vista de las mejoras fiscales prometidas a los compradores por el partido que va a ganar las elecciones generales próximas.  El ajuste del gasto público en infraestructuras ha contribuido a deprimir más el ya quebrantado nivel de empleo en el sector de la construcción.
  El tortuoso enredo autonómico hace difícil distinguir “las voces de los ecos”. Dicho contexto dificulta el objetivo de reducir el déficit de las administraciones públicas y complica la financiación general de la economía. Lo anterior  confirma el profundo componente político que está en el origen de de la actual crisis económica española, circunstancia que habrá que tener en cuenta si se pretenden mejorar los resultados en la lucha contra la crisis. 
Publicado en El Siglo

05 octubre 2011

El SIU, una información a mantener y reforzar

Julio Rodríguez López
   La vigente  Ley del Suelo de 2008, en la Disposición Adicional 1ª, contemplaba la creación de un Servicio de Información Urbano (SIU),  a elaborar por la Administración General del Estado en colaboración con las Comunidades Autónomas. Se trataría  de un sistema público integrado de información sobre suelo y urbanismo. Dicha ley, con la que se pretendió fomentar un modelo urbanístico alternativo al establecido en tiempos del último gobierno del   Partido Popular (1996-2004), apareció en un momento de  grave crisis  económica e inmobiliaria en España.
La ley afectaba solo al estrecho marco de las competencias estatales en materia de suelo. Una vez más, la crisis ha hecho más por la  racionalización   del uso del suelo que todas las leyes de suelo vigentes. Así, después de 2008 no se han seguido haciendo disparates urbanísticos porque casi ha desaparecido el crédito y ha disminuido de forma sustancial el empleo. Las menores  ventas de vivienda han paralizado casi por completo la nueva promoción.
  La ley citada solo ha sido implantada en una autonomía, la de Aragón, a pesar de la obligatoriedad de adaptación  de la normativa urbanística autonómica a la ley estatal. El cambio de titulares en el Ministerio de Vivienda y el paso posterior al Ministerio de Fomento de las competencias de  política de vivienda,  no han favorecido una mayor implantación de  la ley. De ganar el Partido Popular las próximas elecciones generales,  la Ley de Suelo de 2008 será uno de los textos a suprimir. La ideología de la liberalización a toda costa del uso del suelo caerá de forma inmisericorde sobre la misma, como ya ha venido a adelantar el portavoz económico del PP en el Congreso, Cristobal Montoro.
  El SIU  incluye información sobre unos 400 municipios, el 10% de los 8.114 existentes, que concentran el 60% de la población de España. A fines de septiembre de 2011 el Ministerio de Fomento, a través de la Dirección General del Suelo, ha editado en versión digital la publicación “Capitales&ciudades+100”. Esta última  recoge amplia información  demográfica, económica y urbanística sobre las principales 79 ciudades españolas, situadas en el contexto de las Áreas Urbanas de España. 
  En la información demográfica destaca la gran disparidad existente en España  tanto en densidad de población como en la evolución temporal de la misma. El  ayuntamiento mas poblado de España de entre las 79 ciudades seleccionadas,  Hospitalet de Llobregat, tiene una densidad de 19.000 habitantes por kilómetros cuadrados, mientras que el de menor densidad, Cáceres, no pasa de los 54. 
 En la primera década del presente siglo el mayor aumento poblacional se ha concentrado en la periferia de las grandes ciudades, entre las que destaca sobre todo el area de Madrid, el eje mediterráneo sur y los archipiélagos, frente al crecimiento moderado del norte peninsular no catalán.. Los  mayores descensos de población corresponden a ciudades que agotaron  la superficie de suelo disponible,   en las que ha tenido lugar un proceso de terciarización masiva de la economía y que han desplazado el potencial a las ciudades  colindantes (Valladolid, Salamanca, Granada y Cádiz).
  La economía está representada a través del empleo en las ciudades, medido a través del número de afiliados en alta a la seguridad social. Destaca, en primer lugar,  el dato del  número de puestos de trabajo por cien habitantes. Entre las 79 seleccionadas, las ciudades con mayor y menor densidad de empleo están en el Area Urbana de Madrid. Así, Alcobendas tenía en  2010  unos 93,5 empleos por cien habitantes, mientras que Parla presentaba la proporción menor, 12 empleos por cien habitantes.  
   La publicación incluye información valiosa sobre el planeamiento urbano en las  ciudades seleccionadas.  Destaca que el suelo artificial (construcción  mas infraestructuras de transporte)  haya crecido en España  entre 1987 y 2006 en un  43,5%, mas  que el 15,3% de  la población. El suelo de cada municipio se presenta dividido  en cinco categorías,  y se detalla el destino de las áreas de desarrollo, desagregando el mismo en residencial, industrial y terciario. 
Se advierte que  los planeamientos de las 79 ciudades prevén la construcción de más de  dos millones de viviendas.  La ciudad de Madrid incluye la mayor previsión de nuevas viviendas (245.025), seguida por Sevilla (72.614), Málaga (63.900), Badajoz (61.809) y Toledo (59.800).  Cabe preguntarse  como se van a financiar tales viviendas y quien las va a adquirir. Los desarrollos urbanos  y poblacionales van muy por delante del empleo y de la actividad productiva prevista, como si esto último fuese independiente de los aumentos de la población. Con la creación del SIU y con la publicación de los datos citados de las principales ciudades españolas, la Dirección General del Suelo del Ministerio de Fomento ha creado una herramienta útil, que debe durar,  para el analisis del destino del suelo y para la política urbanística  en España. 
(El Siglo, 3 de octubre de 2011)