29 junio 2011

Mercado y política de vivienda en España en 2011

Julio Rodriguez López[1]

1. Introducción.
  En el mercado de vivienda de 2011 han dejado de ejercer una influencia positiva los estímulos fiscales presentes en 2010. En el primer trimestre  de 2011 se ha reducido el impacto negativo de la construcción residencial sobre el crecimiento de la economía. La politica de vivienda requiere de una reconsideración del papel de los instrumentos mas destacados de la misma. En los tres apartados siguientes se comenta la situación del mercado de la vivienda en el primer semestre de 2011, así como  la incidencia de la evolución de la construcción y de la inversión en vivienda sobre la actividad productiva y, por último,  se repasa la evolución de la política de vivienda.
2. El mercado de vivienda en España en el primer semestre de 2011. Una aproximación
  La crisis financiera iniciada en el verano de 2007 ha ejercido  una profunda influencia sobre la actuación de la economía española en los tres años siguientes. A la desaceleración del crecimiento experimentada en 2008 (0,9%) le  sucedió una caída del  PIB del -3,7% en 2009, a la que siguió  un  débil retroceso en 2010 (-0,1%). El comportamiento del empleo ha sido más negativo que el del PIB, según las estadisticas del INE (Gráfico 1). 
 Entre el primer trimestre de 2008 y el mismo periodo de 2011 el empleo descendió en España en casi 2,1 millones de empleos, equivalentes al  -10,9%.  En el mismo periodo de tiempo el empleo en la construcción retrocedió en un -58,1%, correspondiente a 1.049.100 puestos de trabajo. La construcción ha explicado en solitario  el 52,1% del descenso total sufrido por el empleo desde el inicio de la crisis. Dicha  proporción  debe de aproximarse al 60% por la pérdida de puestos de trabajo inducida sobre otras actividades productivas.
 El elevado déficit exterior alcanzado en la fase expansiva previa implicó un fuerte aumento del endeudamiento exterior privado de España, asociado,  en gran parte,  con la financiación del auge inmobiliario experimentado entre 1997 y 2007. El auge  coincidió con una importante expansión del crédito inmobiliario y con los reducidos tipos de interés  posteriores al ingreso de España en la Union Económica y Monetaria. Las entidades de crédito  recurrieron ampliamente  a la financiación mayorista en los mercados de capitales, lo que explica una parte importante de la actual deuda exterior privada de España.
La corrección de la política económica desde mayo de 2010 ha contribuido  a reducir el déficit público, que fue del -9,3% en 2010 (Gráfico 2). Dicha magnitud puede descender en 2011 hasta el -6,5%, segun las previsiones incluidas en el Programa de Estabilidad 2011-14 del Ministerio de Economía y Hacienda. 
En el primer trimestre de 2011 el PIB de la economía española creció en 0,2  puntos porcentuales sobre el último trimestre de 2010, mientras que la variación interanual sobre el primer trimestre de 2010 fue del 0,8%.  Volvió a destacar la caída interanual del sector de la construcción, que descendió en un -10,2% sobre el mismo periodo de 2010 por el lado de la demanda.
  Desde el inicio en 2007 de la recesión del mercado de la vivienda destacó  el significativo descenso de la demanda. Dicho descenso, impulsado sobre todo por el acusado racionamiento de crédito, por  la fuerte caída del empleo y por los  altos precios de las viviendas al final de  la fase de auge,  provocó una caída importante de las ventas de viviendas entre 2007 y 2009,  que se recuperaron en 2010. La menor demanda ha  estado acompañada por un retroceso moderado de los precios de las viviendas. El ajuste ha descansado en el retroceso de la nueva oferta, a la vista del fuerte descenso  de las viviendas  iniciadas, que se prolongó  en 2010.
  Como ya se ha indicado, el retroceso de la demanda estuvo sobre todo impulsado en el inicio de la crisis por la intensa restricción crediticia, derivada de la crisis de liquidez  experimentada por las entidades de crédito entre 2007 y 2008. Los tipos de interés de los préstamos a comprador, indiciados en la mayor parte de los casos con el euribor a  doce meses, crecieron entre 2005 y 2008, aumentando el diferencial  practicado con el euribor a doce meses en la fase inicial de la crisis.  Entre 2009 y 2010 los tipos cayeron, ante la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo. Así,  en mayo de 2010 el tipo medio de los préstamos a  comprador de vivienda fue el 2,67% (Gráfico 3).
  En el primer semestre de 2011 los tipos de interés han registrado una continuada  y suave elevación, situándose el tipo medio  a comprador en  el 3,22% en abril de 2011, inferior a  la tasa de inflación de la economía española (3,8%).   Los bajos tipos de interés de 2010 y los todavía reducidos de 2011 no han modificado el perfil bajista del mercado de vivienda. La disponibilidad crediticia es la variable relevante de dicho mercado. Las entidades de crédito se han convertido, además, en importantes vendedores de viviendas en España. La financiación crediticia a comprador de vivienda aportada por dichas entidades  se ha destinado sobre todo a los adquirentes de las viviendas puestas a la venta por las mismas.
 Las viviendas ofrecidas por bancos y cajas de ahorros proceden de las obtenidas por dichas entidades como consecuencia de las abundantes daciones en pago realizadas por los promotores inmobiliarios. A esto se unen las obtenidas tras los procesos de subasta subsiguientes a los préstamos fallidos a comprador de vivienda.
Según la Encuesta de Préstamos del Banco de España, tras cuatro años  consecutivos de retrocesos de los nuevos préstamos a comprador de vivienda (2007-2010), dicha magnitud descendió en un -43,7% en el primer trimestre de 2011 respecto del mismo periodo del año precedente (Gráfico 4). El menor volumen de concesiones de nuevos préstamos se deriva de la selectiva oferta crediticia  de las entidades de crédito y del retroceso de la demanda realizada por los compradores de vivienda.
 El descenso del empleo  en el primer trimestre de 2011 (-1,4% sobre el mismo periodo de 2010)  no estimula la demanda de vivienda en el presente ejercicio. El ritmo de creación de nuevos hogares se ha desacelerado de forma sustancial, pasándose desde una variación neta de 536.600 hogares en 2005 hasta los 131.300 de 2010. Dicha evolución pone en cuestión la frecuente afirmación de  que en España se crean todos los años unos 300.000 hogares. Una cosa es la potencialidad demográfica de creación de nuevos hogares  y otra es la creación efectiva, ligada a la generación de empleos.
 El descenso de los precios de venta de las viviendas, los bajos tipos de interés y la actualización moderada de los salarios nominales implicaron una mejora de la accesibilidad a la vivienda en 2010 y primeros meses de 2011.  La relativa flexibilización en  la concesión de nuevos préstamos, junto a los estímulos fiscales introducidos en 2010 (elevación del IVA desde el 7% al 8% desde  1.7.2010 y eliminación parcial de la desgravación a la compra de viviendas a partir de 1.1.2011) permitieron  que en 2010 creciese el total de compraventas registradas de viviendas, tras cuatro años consecutivos de descenso de dicha magnitud (Gráfico 5).
  El aumento de   las compraventas en 2010 fue del 6,8%. El aumento de las compraventas de viviendas usadas (12,4%) superó al de las viviendas nuevas (1,8%). En la estadística de transmisiones inmobiliarias, procedente de los notarios, el aumento interanual citado fue del 5,9% en 2010, resultante de un descenso del -17,1% en las ventas de viviendas nuevas y de un crecimiento del 30,8% en las viviendas usadas.  Es posible que  el proceso que va desde la dación en pago hasta la venta de la vivienda por parte de la entidad de crédito al comprador de lugar a que  la vivienda de nueva construcción aparezca como usada.
 En el primer trimestre de 2011 las compraventas registradas aumentaron en un 6,2% sobre el mismo periodo  de 2010. El impacto de las  mayores ventas producidas a fines de 2010  por la eliminación de la desgravación por compra de vivienda pudo afectar hasta las compraventas registradas en febrero. El descenso interanual de las compraventas en marzo de 2011 puede ser indicio de debilidad del mercado. No parece que el mercado de vivienda presente en 2011 un potencial de demanda superior al del pasado ejercicio.
 Los precios de las viviendas descendieron en el primer trimestre de 2011 en un -4,7% sobre el mismo periodo de 2010, según el Ministerio de Fomento. El retroceso de los precios reales de la vivienda ha sido más acusado en el primer trimestre de 2011, ante el aumento medio interanual sufrido en el periodo enero-abril por el índice de precios de consumo (3,6%). El descenso acumulado de los precios nominales de la vivienda  entre el primer trimestre de 2008 y el mismo periodo de 2011 ha sido del -15,4%. Según los precios publicados por Tinsa, primera empresa tasadora de España por cuota de mercado, dicho  descenso acumulado entre el punto mas elevado (diciembre de 2007) y abril de 2011  ha sido del 19,8%.
 El precio medio de las tasaciones realizadas en el primer trimestre de 2011 fue de 1.777,6 euros por metro  cuadrado (Gráfico 6). El  valor de la vivienda  de 90 metros cuadrados  en 2010, 164.295 euros, equivalió a 7,3 salarios medios anuales. Dicha  proporción es inferior a los nueve salarios medios anuales correspondientes a 2007, pero en 2011 todavía supera a la de 1997 (4,3).  A pesar de los descensos sufridos entre 2007 y 2011, los precios de las viviendas en España resultan todavía  relativamente elevados en relación con los niveles salariales medios, en especial con relación a  los de los hogares de nueva creación.
 Desde el inicio de la crisis el ajuste del mercado de vivienda en España  ha descansado en la fuerte caída  de la nueva oferta. Los retrocesos sufridos por las viviendas iniciadas y terminadas han sido espectaculares (Gráfico 7). Las viviendas iniciadas, estimadas a partir de los visados de dirección de obra de los Colegios de Aparejadores, han disminuido desde el nivel máximo de 865.600 alcanzado  en 2006 hasta 91.700 en 2010, por lo que las viviendas terminadas continuarán descendiendo hasta 2012. 
  El prolongado periodo (2004-2010) durante el cual las viviendas terminadas anuales  superaron a las ventas de viviendas de nueva construcción (Gráfico 8)  explica la formación de un importante stock de viviendas terminadas y no vendidas. El nivel alcanzado por dicho stock a finales de 2010 oscilaba entre 700.000 y 1.100.000 viviendas, equivalentes al 3,5% del parque de viviendas de España.  Las diferentes estimaciones del “stock aparente” dependen de si se considera o no como vendidas a toda la autopromoción (cooperativas,  autopromotores individuales y comunidades de propietarios).
En el primer trimestre de de 2011 los visados de dirección de obra volvieron a descender en un -7,4% sobre el mismo periodo del pasado ejercicio, tras cuatro años de continuados retrocesos. Las viviendas terminadas han descendido  en el mismo periodo de 2011 (-36,8%). En 2011 las ventas de viviendas de nueva construcción pueden superar a las terminadas, por lo que, de mantenerse los  ritmos  del primer trimestre de 2011 en todo el año, el stock aparente de viviendas terminadas y no vendidas podría  descender entre 64.000 y 100.000 viviendas. El carácter local de los mercados de vivienda puede hacer compatible la realidad de un elevado stock  no vendido  con la conveniencia de que se construyan nuevas viviendas en otros puntos del territorio.
3. El impacto de la evolución de la vivienda sobre la economía española
 El sector de la construcción se caracteriza, entre otros aspectos,  por  presentar unas fluctuaciones cíclicas más acentuadas que el resto de la economía.  Dicho  sector ejerce un intenso efecto de  arrastre, hacia atrás y hacia delante,  sobre otras actividades productivas. Dicho sector “tira” sobre todo de la industria de transformación  y vende  a  actividades inmobiliarias, de saneamiento y  a los servicios de  educación. En España la construcción realiza un uso intensivo de mano de obra,  1,3 millones de empleos (afiliación a la Seguridad Social) en 1997, 2,6 en 2007 y 1,4 en 2011. En la construcción destaca  la notable dependencia de la financiación externa, por la prolongada maduración de sus producciones, y ello en todos los subsectores integrantes.
 Por otra parte, en la construcción se distinguen tres  subsectores bien definidos:   edificación residencial (vivienda), edificación no residencial y obra civil.  Llama la atención  el menor peso que tiene en España  la rehabilitación de viviendas y edificios en la construcción residencial frente al resto de Europa occidental.
La participación de la construcción en España  resulta  superior a la que tiene en la eurozona, tanto en el PIB  (10,8% en 2009 vs. 6,3% en la Eurozona) como en el empleo (10,4% de los ocupados en 2009 vs.  7,5% en dicha área económica), y ello  en una etapa  de clara recesión del sector como la  actual.
  Entre 1997 y 2007, etapa de auge del mercado de vivienda en España,  la construcción residencial creció a un ritmo medio anual del 7,7%, mientras que el PIB lo hizo en un 3,8%. En 1997 el  subsector de la construcción residencial suponía el 4,7% del PIB, por el lado de la demanda, mientras que en 2007 dicha participación habia llegado a ser del 9,2%. En la fase de recesión, la inversión en vivienda ha descendido entre 2007 y 2010 a un ritmo medio anual del -17,3%, mientras que el PIB lo hizo en solo un -1%. En 2010 la participación de dicha magnitud en el PIB ha retornado al nivel existente al inicio de la fase cíclica de auge, el 4,7% del PIB. Entre 2007 y 2010 la construcción de viviendas detrajo un promedio anual de 1,6 puntos porcentuales al crecimiento del PIB en España, proporción que ha resultado decisiva en la evolución reciente de la economía española.
 Entre 2008 y 2010  el subsector de la vivienda retrocedió  más que el  conjunto del sector de la construcción, y ello por el buen comportamiento de la construcción no residencial en la primera fase de la crisis.  El ajuste a la baja de la inversión pública, derivado de la politica de ajuste introducida en 2010, explica que en el primer trimestre de 2011  el retroceso interanual de la construcción  no residencial haya sido superior al de la inversión en vivienda (Gráfico 9).
 El parque de viviendas familiares de España ascendió a  unos 25,5 millones en 2010 (20,9 millones en el Censo de Viviendas de 2001), por encima de los 17,3 millones de hogares existentes a fines del mismo año, lo que implica una proporción elevada de viviendas por hogar (1,47). El peso del crédito inmobiliario (promotor, constructor y comprador) en el saldo vivo de crédito al sector privado de las entidades de crédito (bancos cajas y cooperativas de crédito) pasó desde el 39,9% a 31.12.1997 hasta el 60,4%  en la misma fecha de 2007, retrocediendo solo ligeramente hasta el 59,5% en 2010. El saldo vivo de crédito inmobiliario,  a 31.12.2010, equivalió  al 102,4% del PIB de la economía española de 2010.
4. La política de vivienda en 2011
Las previsiones para 2011 son de un valor medio de la vivienda de 90 metros cuadrados construidos de 161.009 euros, de un salario medio mensual de 1.913 euros/mes (22.950 euros al año) y de un tipo de interés medio del 3,25% TAE para los prestamos a comprador de vivienda.  La vivienda media  cuesta 7,02 salarios medios anuales. Pero los  hogares de nueva creación tienen unos ingresos inferiores al salario medio, y, además, en  las áreas metropolitanas los precios de venta de la vivienda son superiores a la media de España.
  El menor esfuerzo relativo medio  de acceso de 2011 (32,7% de la renta familiar)  respecto de 2007 (51,2%) no implica que los hogares de nueva creación puedan hacer frente  a las cuotas del préstamo con menos de la tercera parte de los ingresos familiares. La política de vivienda resulta, pues,  necesaria en España  para conseguir que el esfuerzo de acceso a la vivienda no sea necesariamente excesivo. En 2011 resulta  mayor la oferta de alquiler, procedente sobre todo de las viviendas adquiridas  con fines de inversión en la pasada fase de auge. 
  Los instrumentos de política de vivienda se pueden agrupar en España en  los  cinco componentes correspondientes  a la vivienda protegida, la fiscalidad, la regulación de los alquileres, el urbanismo y la financiación crediticia. La política de vivienda resulta más  compleja en países con tres niveles de administraciones  públicas, como es ahora el caso de España.
 La vivienda protegida ha supuesto  en 2008-10 alrededor del 10% de las ventas de viviendas y  el 20% de las viviendas iniciadas. El sistema  descansa en los convenios entre la administración central y  los gobiernos autónomos y las entidades de crédito. Las comunidades autónomas ejecutan la política de viviendas protegidas. En  2011 está vigente  el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación 2009-2012, pero  la restricción crediticia está afectando a dicho Plan plurianual. Las viviendas protegidas de nueva construcción iniciadas y adquiridas resultan inferiores a  los objetivos fijados en el plan. Sin embargo, la ayuda directa a  los inquilinos (renta básica de emancipación) ha alcanzado un nivel importante de implantación.
En 2011 se pretende que la construcción residencial vuelva a actuar de motor del crecimiento. En ese sentido,  la Disposición Adicional 29ª del Real Decreto-Ley 5/2011, BOE de 6.5.2011, ha reforzado la  deducción fiscal  por obras de mejora (rehabilitación). Según dicha nueva normativa desgravarán los contribuyentes con base imponible no superior a 71.007,2 euros anuales. Se podrá deducir hasta el 20% (10% hasta ahora) de las cantidades satisfechas por obras realizadas en cualquier vivienda de propiedad del contribuyente. Antes de entrar en vigor dicha norma, solo deducían las obras en la vivienda principal.
 Desde 2008 la política de vivienda en España parece concentrarse  en la reducción del stock de viviendas de nueva construcción terminadas y no vendidas. Para que cualquier tipo de política tenga unos resultados positivos resulta imprescindible clarificar que se pretende lograr con la misma. Y en el caso de la política de vivienda, considerada  parte integrante  de las prestaciones sociales, dicho objetivo no puede dejar de ser el de lograr que el acceso a la vivienda implique un esfuerzo razonable, en especial para los hogares mas desfavorecidos. Sobre todo porque con demasiada frecuencia dicho  objetivo no se consigue con el simple funcionamiento del mercado de vivienda.   


[1] Julio Rodriguez Lopez es doctor en CC. Económicas, vocal del Consejo Superior de Estadistica y del CES de la Comunidad de Madrid. Fue presidente del Banco Hipotecario de España y de Caja Granada.

28 junio 2011

Cambiemos Europa

Inmersa en una crisis que amenaza la existencia misma del euro, la Unión Europea se dispone a tomar decisiones que afectarán seriamente al futuro de Europa y su economía. El llamado paquete de "gobernanza económica", ahora sobre la mesa, constituye un reto sin precedentes para los valores y principios fundamentales que sostienen nuestro futuro común: solidaridad, justicia social, igualdad de oportunidades y desarrollo sostenible.

Las elecciones ideológicas -que se tomarán en nombre de la disciplina presupuestaria necesaria en tiempos de crisis- pondrán en peligro tanto la cohesión social entre europeos como nuestra capacidad común de acometer una transformación ecológica de nuestras economías. En particular, estas opciones acarrean el riesgo de sacrificar a toda una generación de jóvenes en muchos de los Estados miembros. Estos jóvenes están siendo duramente castigados por el desempleo. Cada vez se sienten más excluidos y rechazados en lugar de ver que pueden participar activamente en la construcción de su propio futuro.
Está claro que asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas es un objetivo político vital. Las finanzas públicas son un instrumento clave para avanzar en nuestros intereses comunes, tales como la cohesión social o la protección del medioambiente. Es cierto que la actual crisis ha dañado considerablemente las cuentas públicas en Europa. Pero incluso si el sector público debe asumir su parte de responsabilidad, sus causas se encuentran ante todo en el sector privado: el aumento de la desigualdad salarial, la excesiva deuda privada y las burbujas especulativas creadas por un sector financiero irresponsable.
Las medidas anunciadas no responden a esas dificultades. Al contrario, son injustas, ineficaces e inapropiadas.
Rompiendo con la idea de un futuro común, nos devuelven a una época que creíamos superada para siempre: una época de exacerbado nacionalismo, de escandalosa injusticia social y de toda suerte de extremismos. Estas medidas convertirán la crisis económica en una crisis política.
La ciudadanía europea necesita despertar cuando aún hay tiempo de actuar. Necesita renovar su compromiso con los valores fundacionales de Europa, en el espíritu de un futuro proactivo y compartido.
Nuestras sociedades no sobrevivirán a años de declive económico y social, consecuencia de unas políticas de austeridad ciegas. Esta lógica haría recaer en los asalariados el peso de la crisis, a través de recortes salariales. Al contrario: aprendamos juntos las lecciones reales de la crisis. Por todas partes, los especuladores se han beneficiado de la ausencia de normas y de sólidos mecanismos de vigilancia. Forzar a los gobiernos europeos a tragar una severa dosis de la medicina de la austeridad y tocar los salarios sólo acentuará la debilidad, no traerá la cura. Además, tratar de endurecer las sanciones sólo alimentará la hostilidad entre los países. La eurozona debe defender su moneda común y debe apoyar sin fisuras a los miembros que atraviesan dificultades, porque resulta vital para toda Europa.
Es hora de que las mayorías conservadoras del Consejo de Ministros y del Parlamento Europeo se den cuenta del error del camino que han emprendido. En estos momentos de dificultades para la ciudadanía europea, necesitamos mostrar audacia e imaginación proponiendo una respuesta política novedosa y original.
Es posible retomar el control de las finanzas públicas sin sacrificar nuestro desarrollo económico ni la inversión en áreas como la educación, la investigación o las energías renovables, y sin alimentar la injusticia y la exclusión social. Podemos encontrar el margen de maniobra presupuestario necesario si somos innovadores y valientes. Para que eso suceda, todos los Estados miembros de la UE deben antes participar en este esfuerzo común: tanto los países con superávit tanto como aquéllos con déficit comercial. Todos los países deben proteger la inversión productiva pública de la austeridad presupuestaria. Deberían crear eurobonos para absorber parte de la deuda de los Estados miembros y para reducir su coste total.
También deberían sentar las bases de una fiscalidad europea que asegure recetas justas, eficaces y duraderas.
Se trata de reducir la carga fiscal a los ingresos del trabajo y de aumentar la de los ingresos del capital. Se trata de combatir eficazmente el fraude fiscal, de crear un sistema impositivo favorable al medioambiente, y por último, de introducir un impuesto a las transacciones financieras. Los gobiernos europeos han de asegurarse de que los altos salarios e ingresos del capital contribuyen de manera justa al esfuerzo general de la consolidación presupuestaria, para evitar que la carga caiga en aquellos con ingresos bajos o medios.
No consiste en dar soluciones simples o irresponsables, sino en poner en marcha un plan de modernización económica, con la ayuda de políticas responsables, equilibradas e inteligentes que respeten íntegramente los valores que sostienen el proyecto europeo.
Apelamos a todos aquellos y todas aquellas que comparten nuestras convicciones a que hagan campaña con nosotros, que firmen este llamamiento, para dotar a Europa de una política diferente para salir de la crisis. Una política que fortalecerá a la unión, en vez de debilitarla aún más.

El manifiesto lo firman personajes como Jacques Delors, Josep Borrell, Mario Soares, Daniel Cohn-Bendit, Martine Aubry, Massimo D´Alema.... y propone cosas razonables y evidentes: creación de eurobonos para reducir la carga de la deuda pública a bajo coste, aumentar la fiscalidad del capital y reducir la de los ingresos del trabajo, combatir eficazmente el fraude fiscal, establecer una tasa a las transacciones financieras y crear un sistema impositivo que favorezca la sostenibilidad y el medio ambiente, etc. En este enlace:

21 junio 2011

2011, una recuperación penosa

Julio Rodríguez López
  La información económica reciente indica que la recuperación de la economía mundial parece haber  perdido fuerza en el segundo trimestre de 2011. No se prevé un retorno a tasas negativas de crecimiento, pero ante la evidente debilidad de la recuperación,  los organismos internacionales están recomendando  la adopción de políticas que refuercen el ritmo de crecimiento. Dicho contexto general no facilita el que la economía española vuelva a tomar impulso, siendo como es una de las más afectadas por la crisis iniciada en 2007.
En el primer trimestre de 2011, entre las seis economías avanzadas mas relevantes (Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón), solo las dos primeras presentaron un nivel de actividad equivalente al que tenían en el trimestre  previo al inicio de los retrocesos en los niveles de actividad,  esto es, el primero de 2008. Se considera (Martin Wolf, “Our road to recovery gets steeper”, FT, 9 de junio de 2011) que las recesiones ocasionadas por el colapso de una burbuja, alimentadas por una amplia expansión crediticia,  resultan mas severas y tienen una mayor duración que las que tienen su origen en la adopción de medidas de ajuste ante situaciones de recalentamiento.
 Al problema estructural derivado del colapso de una burbuja especulativa, se han unido en 2011 un conjunto de problemas temporales, entre los que destaca la creciente incidencia que los mayores países emergentes están ejerciendo en la demanda mundial de primeras materias, lo que contribuye  a  deprimir  más al conjunto de las economías avanzadas.
También la OCDE, en su informe de la primavera  de 2011, ha señalado  como  la economía global está saliendo de la recesión,  pero no está volviendo a un nivel normal de negocio. Dicho organismo considera en dicho informe  como riesgos “bajistas” de la presente coyuntura los correspondientes a los mayores precios de las materias primas, a la persistente debilidad de los precios de los activos, a los fuertes desequilibrios fiscales de Estados Unidos y Japón. Por último, la OCDE  ha subrayado el peligro mundial que supone la vulnerabilidad financiera de los países de la Eurozona. 
 Se apela además a la necesidad de adoptar medidas de carácter estructural, entre las que la reforma del mercado de trabajo es la más referida. Sin embargo, no basta con adoptar medidas de ajuste de la oferta, pues  “la demanda importa” (M. Wolf, op.cit).    Las políticas de ajuste impuestas por los organismos  internacionales (Comisión de la UE, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) a los países que han tenido que ser objeto de planes de saneamiento dentro de la eurozona, Grecia, Irlanda y Portugal, incluyen  actuaciones  de carácter deflacionario.  Se considera que Grecia  sólo podría devolver la deuda en el caso de que su economía creciera por encima del 10% a precios constantes de forma prolongada.
  En el caso de España,  en el primer trimestre de 2011 el PIB  se situó en un nivel inferior en un 4% al del primer trimestre de 2008, situación equivalente a la de los países avanzados más deprimidos (Reino Unido y Japón tras el terremoto).  La evolución del sector de la construcción ha sido decisiva en dicha evolución, puesto que en el primer trimestre de 2011 dicho sector se situó en un nivel  inferior en más de un 30% al del mismo trimestre de 2008. El conjunto de sectores productivos diferentes a la construcción  creció en 2010 en un 0,5%, frente al retroceso del -6,5% del sector citado por el lado de la oferta. Esta situación subrayaba la alarma provocada durante la reciente “crisis del pepino”,  ante la cual un alcalde de una ciudad del  sur comentaba que  “es un desastre tras otro, pues hablamos de la destrucción de empleo en un sector que había conseguido ayudarnos a absorber parte del pinchazo de la burbuja de la construcción””.
 Según Joaquin Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea (lunes 13 de junio de 2010, Fundacion Rafael del Pino) la economía española presenta como problemas mas destacados los relativos a los déficits de  las administraciones públicas, acentuado tras el último resultado electoral, y el de la reforma de las cajas de ahorros. Estas últimas se han concentrado primero en un número bastante mas reducido de entidades, y después van a transformarse en bancos. El refuerzo de la solvencia de dichas entidades obliga a apelar a la captación de recursos en los mercados de capitales. 
 Junto a las medidas encaminadas a resolver los problemas en cuestión, sería conveniente que la economía española recibiese impulsos a su crecimiento. No basta con  la ayuda que supone el mejor año turístico que será 2011 y  el relativo dinamismo de las exportaciones. La política económica no puede incluir sólo medidas de ajuste, sino que debe de incluir elementos estimulantes del gasto y de la demanda en general, en ausencia de las cuales podría prolongarse en exceso la deprimida situación presente.  
(El Siglo, 20.6.2011)

19 junio 2011

Sin sorpresas en las elecciones municipales de 2011 en Motril

JULIO RODRÍGUEZ LÓPEZ 
En las elecciones municipales del pasado 22 de mayo, las novenas desde el inicio de la democracia representativa en 1977, votaron en Motril 27.430 electores, el 63,3% del censo electoral. El Partido Popular, con casi el 46% de los votos emitidos, obtuvo mayoría absoluta de concejales (13 sobre 25). El Partido Socialista (PSOE), que ha gobernado en el ayuntamiento de Motril en 23 de los 32 años de democracia local, sufrió un retroceso significativo en votos y en concejales. En el discurso de toma de posesión del alcalde, («Carlos Rojas revalida la alcaldía para construir el «Motril de las oportunidades», Ideal.es, 11.6.2011) destacan la preocupación por el empleo y el apoyo a la agricultura.
En relación con los resultados de 2007, los populares han obtenido en Motril 1240 votos más. El socio de gobierno de los populares, andalucistas e independientes, ha logrado 491 votos mas y tres concejales, uno más que en las elecciones precedentes. El voto del 22 de mayo en Motril ha premiado a la coalición de gobierno saliente de centro-derecha (populares mas andalucistas) con dos concejales mas y con el 55% del voto popular.
En los resultados de la izquierda destaca, en primer lugar, el descenso casi abrumador de votos del PSOE, que apenas llega al 20% del voto y se queda en cinco concejales. En segundo lugar, Izquierda Unida-Los Verdes ha añadido 509 votos a los de 2007, un 23,8% mas, pero permanece con dos concejales y el 9,8% del voto total. La novedad ha sido la presencia significativa en el voto final del partido de Convergencia Andaluza, con Luis M. Rubiales Lopez a la cabeza del mismo. Dicho partido ha logrado 1.879 votos, el 6,9% del total, y dos concejales.
La presencia electoral de este último partido, con un ex alcalde socialista al frente del mismo, ha perjudicado al PSOE. Aunque todos los votos obtenidos por Rubiales hubiesen ido a los socialistas, en caso de no presentarse el partido citado, el PSOE habría perdido más de dos mil votos y dos concejales. La pérdida de fuerza de los socialistas entre el electorado de Motril en 2011 es patente, y ello tanto por razones comunes al resto de España como por la pérdida de imagen que este partido ha sufrido en esta ciudad en los últimos años.
La gestión que el gobierno socialista de España ha efectuado de la crisis económica iniciada en 2007 es la principal causa del voto de castigo infringido al PSOE en las recientes elecciones municipales. Entre 2004 y 2008 la politica de dicho gobierno presentó algunos aspectos más que discutibles, sobre todo en lo relativo a la cuestion territorial, en especial en el proceso seguido en el nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña. Sin embargo, dicha gestión no afectó a la valoración de los socialistas, pues en 2008 el PSOE obtuvo más votos que en 2004.
La crisis económica iniciada en 2007 ha reducido en 2,5 millones en 2011 el total de empleos que habia en España al inicio de 2008. Se ha evidenciado el elevado endeudamiento de la economía española frente al resto del mundo. Dicho endeudamiento es sobre todo privado y se originó por la necesidad de acudir a los mercados de capitales para financiar el fuerte auge de la construcción de nuevas viviendas entre 1997 y 2007. La restricción crediticia ha sido el principal factor desencadenante de la recesión, que ha presentado en España una intensidad acusada dentro de la Eurozona. La política adoptada por el gobierno de España desde mayo de 2010 ha contenido el alcance del problema de la deuda. Sin embargo, numerosas medidas adoptadas han afectado a los segmentos más débiles de la población española e implican un alejamiento del carácter de partido socialdemócrata por el PSOE.
La gestión de la crisis económica por parte del gobierno socialista ha sido, pues, un factor decisivo en los resultados de las pasadas elecciones municipales. Existen, sin embargo, ejemplos de candidatos socialistas que han obtenido un buen resultado electoral, como es el caso de Salobreña. Pero desde hace tiempo el PSOE-A ha sido mas noticia en Motril por sus problemas internos que por sus propuestas e iniciativas sobre la gestión municipal. Dicho partido tiene por delante un largo periodo de «travesía del desierto» para poder llegar a ofrecer alternativas mas atractivas a los motrileños que lo que ha sido su pauta de actuación en los últimos años.
El Partido Popular podrá gobernar en Motril con una mayoría suficiente, tras cuatro años de hacerlo en coalición. Ahora será menos posible achacar a la mala gestión pasada las culpas de los problemas de Motril. En el discurso de toma de posesión del alcalde destaca, entre otros aspectos, la apelación a la necesidad de que se realicen determinadas infraestructuras necesarias por las administraciones autonómica y estatal. Es de desear que dicha posición se mantenga cuando gobierne el Partido Popular en España.
Otros aspectos relevantes son los correspondientes a la necesidad de urbanizar el polígono empresarial del Puerto (lo deseable es que esté en condiciones de que en el mismo se instalen empresas), el apoyo a la agricultura, la canalización del agua de la presa de Rules, la aspiración a que se instalen hoteles cerca de los Bates. Sorprende la insistencia en el turismo residencial, que es el modelo que ha hecho crisis en 2007, responsable de la pérdida de más de 3.000 puestos de trabajo en esta ciudad. En esta misma línea se mueve la tan citada «Marina Seca», de Playa Granada, que es de desear no acabe con los campings instalados, que son un reclamo turístico importante. La preocupación por el empleo y el apoyo al campo son lo más positivo del discurso, siendo de esperar que el programa de gobierno se concrete mas en el futuro.
El Faro Digital, 19.6.2011

07 junio 2011

El peor resultado electoral después de Franco

Julio Rodríguez López
  
 El camino abierto  hacia las próximas elecciones generales impulsa nuevos analisis de los resultados de las  elecciones municipales y autonómicas del pasado 22 de mayo. El diario británico Financial Times  (24.5.2011) subrayó que  “el PSOE perdió un conjunto de elecciones locales y regionales en el camino hacia su peor resultado electoral en la era postfranquista”.  En esta ocasión los españoles parecen haber votado más en clave nacional que local o autonómico. voto tradicional en la Comunidad de Madrid.
  El PSOE parece haber perdido votos (1.484.778 menos que en las municipales de 2007) en todas las direcciones. En las democracias maduras existen amplios segmentos de votantes que premian o castigan la gestión de los gobernantes. En estos casos no tiene nada de raro que dicho voto pueda cambiar de una a otra elección sin ningún tipo de dramatismo (Juan F. Martin Seco, “Quien la hace la paga”, Republica de las Ideas, 27.5.2011).
 Al margen de que los partidos socialdemócratas europeos no están atravesando su mejor momento desde el inicio de la crisis  económica en 2007, parece evidente que los electores han castigado en las últimas elecciones municipales la gestión que de dicha crisis ha realizado el gobierno socialista. Las más que trascendentes y discutibles actuaciones del presidente del gobierno en política territorial en la primera  legislatura,  que estan incidiendo en las dificultades actuales para superar la crisis, no parecieron afectar a  la valoración de su gestión en las elecciones generales de  2008, en las que Zapatero amplió el voto de 2004.
Sin embargo, la pérdida de casi dos millones y medio de empleos desde el último trimestre de 2007 y las abundantes incertidumbres de futuro que pesan sobre los ciudadanos sí que han debido influir en el reciente resultado electoral. La tardanza en reconocer la crisis y en  acometer actuaciones relevantes ante la misma ha podido  alejar a numerosos votantes del actual presidente del gobierno. La asociación del paro con Zapatero resulta abusiva a todas luces, pues los gobiernos autonómicos y locales pueden hacer bastante más para atacar el desempleo. En numerosas ciudades, sobre todo en las más próximas al mar, los gobiernos locales  no  facilitan la instalación de empresas que pueden crear nuevos empleos, sobre todo si ello conlleva emplear suelo sobre el que existen expectativas de revalorización inmobiliaria en cuanto se reactive el crédito bancario.
  El cambio de signo de la politica económica en España  desde mayo de 2010 resultó espectacular. Para poder superar la crisis de endeudamiento de la economía española, en la que el peso de la deuda privada es muy superior al de la pública, se han llevado a cabo ajustes trascendentes en el gasto público. Los impuestos indirectos han subido (ahora resulta fuera de lugar la eliminación previa que se hizo del impuesto sobre el patrimonio), se ha alargado la edad de disfrute de la pensión y, sobre todo, se han cargado las tintas sobre la cuestión del mercado de trabajo. Hasta en los mítines ha insistido el presidente del gobierno en que en España hay un paro elevado como consecuencia de la falta de flexibilidad del mercado de trabajo, cuando nada menos que el 60% de la destrucción de empleo se ha originado en el subsector de la construcción residencial, donde no cabe mas flexibilidad.
Como sucede a numerosos partidos socialdemócratas en Europa, a los socialistas españoles  les cuesta mucho  imaginar alternativas. Se trata sobre todo de clarificar el problema a resolver. Las prestaciones sociales (educación, sanidad, pensiones) no han perdido popularidad entre sus beneficiarios. Hay un fuerte aumento de la desigualdad y una seria pérdida de seguridad (económica, física y política) que genera miedo y corroe la confianza en la que se basan las sociedades civiles. A fuerza de vivir mucho tiempo bajo una creciente desigualdad la sociedad puede convencerse de que tal situación es una condición natural.
 No puede dejarse la regulación económica por completo en manos del mercado y pensar ingenuamente que con dichas prestaciones sociales se corregirán los elevados costes que ello implica. Antes que hablar de redistribuir hay que mostrar a los votantes que se tiene capacidad de gestionar la economía con rigor, y que  dicha gestión no aumentará las desigualdades.
Con vistas a las próximas elecciones generales, la reciente derrota del partido político    español hasta ahora considerado el  más representativo de la socialdemocracia  no tiene, pues, porqué implicar un rechazo del socialismo. Se castiga, más bien, el abandono del compromiso histórico de los  socialistas con la justicia social. Una vez más, los rótulos del partido deben de ser coherentes con lo que se hace.  No está de más tener en cuenta los problemas de los ciudadanos y no hablar sólo de ganar elecciones. La cuestión está en para qué se quieren ganar las elecciones. 
(El Siglo, 6.Junio.2011)

06 junio 2011

Motril y la nueva crisis del campo

Julio Rodríguez López

 El  pasado miércoles 1 de junio el diario estadounidense “The New York Times” (NYT) informaba a sus lectores de la profunda crisis de ventas y de imagen sufrida por la producción hortícola española. Se trataba de un reportaje titulado “El brote de bacteria afecta a  la producción española”, firmado por Raphael Minder. El informe en cuestión se envió desde Motril, Spain.

  En la primera parte de dicho trabajo se informaba que los invernaderos de Motril  estaban desiertos el martes 30 de mayo, al “colapsar” la demanda de productos agrícolas españoles, una vez que las autoridades regionales alemanas  del “lander” de Hamburgo atribuyeron la causa de la erupción mortal de la bacteria E. coli a la producción agrícola andaluza. El jueves 2 de junio las autoridades nacionales alemanas informaron de que los tests realizados demostraron que los pepinos españoles no eran portadores de la bacteria citada.

  El informe citado  subrayaba que “en Motril pocos eran optimistas”. El miércoles 1 de junio en Mercomotril funcionaba solo una de las ocho correas transportadoras. El número de empleados de dicha empresa se había recortado desde 110 hasta 25. Se confiaba, según el NYT,  en que el gobierno español buscase compensaciones por parte de la Unión europea, aunque las esperanzas de ayudas financieras eran remotas.

Después de la descripción del problema y de su impacto sobre la actividad de producción y de comercialización de productos horticolas, el informe en cuestión incluía un repaso somero del pasado agrícola de Motril.  “Motril se ha enfrentado antes a crisis agrícolas. Se desarrolló como un centro productor de caña de azúcar, pero esa actividad cesó después de que en 2005 la Organización del Comercio  Mundial declarase ilegales a las subvenciones al sector azucarero. La producción de pepino se convirtió en la principal actividad de la zona, en parte porque es uno de los productos agrícolas españoles que no ha sufrido una dura competencia de las más baratas producciones procedentes de Marruecos”.

 A partir de esta descripción el texto del informe recoge las opiniones del alcalde de Motril, Carlos Rojas. “La agricultura emplea a 30.000 de las 150.000 personas que viven alrededor de Motril. Antes del brote de E. coli, la agricultura había sido uno de los escasos “puntos claros” de la economía de la región, compensando parte de las recientes perdidas de empleo registradas en la colapsada y muy endeudada industria de la construcción. Es un desastre tras otro, pues hablamos de la destrucción de empleo en un sector que había conseguido ayudarnos a absorber parte del pinchazo de la burbuja de la construcción”.

El domingo 5 de junio los principales diarios españoles han informado sobre la trascendencia de la producción de hortalizas y frutas  dentro de la agricultura española, subrayándose el hecho de  que dicha producción ejerce una importante influencia sobre otras actividades productivas,  como el comercio y el transporte. Dicha producción supone el 40% del valor de la producción final agraria española, de la que el 60% se exporta en casi su totalidad a la Unión europea. Existen en España 51.000 hectáreas de invernaderos dedicados a dicha producción, estimándose en 300.000 el número de empleos ligados a   la producción en cuestión.  Se considera que el punto débil  de la horticultura española es la competencia que ejercen las producciones procedentes del norte de África, así como la derivada de los “macroinvernaderos” situados en algunos países del norte de la Unión Europea.

 En la noche del 5 de junio,  en la edición digital del diario El País,  se destaca la noticia de que Alemania apunta a una plantación de soja, como posible origen del brote de  la bacteria E. coli. Se señala en concreto a una plantación de brotes vegetales en Uelzen, Baja Sajonia, como la nueva sospechosa de haber provocado la infección que ha matado a 22 personas, de ellas 21 en Alemania.

 Tardará tiempo en borrarse la pésima imagen que se ha dado, de forma  frívola y precipitada, de la agricultura exportadora andaluza. Ello resulta mas grave  en un contexto como el actual,  de fuerte crisis económica y de elevado desempleo,  como es ahora el caso de España y, sobre todo, de Andalucía. De paso nos hemos enterado de que la agricultura pesa mas en la economía de Motril que lo que cabria esperar del tratamiento que en  la opinión publicada  se le concede a dicha actividad.  En el tiempo que viene será preciso luchar por conseguir las más que justificadas compensaciones al subsector agrícola afectado y también trabajar para mejorar una imagen comercial injustamente perjudicada.