19 noviembre 2009

PRESUPUESTOS DE 2010. ESPERANDO A LA RECUPERACION

Julio Rodriguez López

Una vez rechazadas por el pleno del Congreso de los Diputados las enmiendas a la totalidad, el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado de 2010 ha superado la primera barrera significativa. El debate se ha trasladado a la Comisión de Presupuestos, donde llegarán enmiendas procedentes de todo el espectro político parlamentario. El proyecto de ley citado intenta mantener el núcleo central de las prestaciones sociales y frenar el aumento del déficit. Se confía en que la recuperación llegará en la segunda parte de 2010, aunque del contenido del proyecto de Presupuestos para 2010 no emanen actuaciones de alcance que puedan impulsar la llegada de dicha recuperación.

Es posible que lo prolongado de la presente recesión de la economía española haya acentuado este año el interés por el contenido del próximo presupuesto. Dos años de retroceso del nivel de empleo de la economía suponen un periodo de tiempo suficientemente prolongado como para que salgan a la luz las consecuencias sociales negativas derivadas del abrupto cambio sufrido en el perfil del ciclo. El que la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre de 2009 refleje un descenso del empleo de 1.640.000 ocupados en dos años refuerza el interés por lo que puede esperarse de la política económica.

En la documentación que acompaña a los Presupuestos de 2010 destaca, en primer lugar, la fuerte desviación producida entre lo presupuestado para 2009 y la realidad de este ejercicio. Los ingresos no financieros pueden descender en 2009 en un 20,6% sobre lo presupuestado y los gastos no financieros van a superar a los presupuestados en un 22,1%. La recaudación ha descendido de forma espectacular en 2009, mientras que las prestaciones sociales, en especial las ligadas a la cobertura del desempleo, han crecido con intensidad. Lo anterior implica que los “estabilizadores automáticos” han funcionado plenamente en la recesión, con lo que ha crecido sustancialmente el déficit de las administraciones públicas, que no terminará muy lejos del 10% del PIB en 2009 .

De los presupuestos de 2010 destaca, en segundo lugar, el carácter relativamente optimista de las previsiones oficiales sobre el comportamiento de la economía. Tanto el FMI como el Consenso de Previsiones realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorros arrojan previsiones de retroceso del PIB y del empleo de España para el próximo año más acusadas que las contenidas en los presupuestos. Destaca sobre todo la previsión relativa a 2010, año para el cual el Ministerio de Economía y Hacienda prevé una caída del PIB del -0,3%, que para el FMI seria del -0,7% y para el citado “Consenso” se situaría en el -0,6%. .

En tercer lugar, lo más destacado de los presupuestos en cuestión son las modificaciones al alza previstas en los impuestos. En 2009 subirán los tipos impositivos relativos a IVA y a retenciones sobre las rentas del ahorro, a la vez que crecerán un 1% los valores catastrales y se eliminará, salvo para los hogares con rentas mas reducidas, la deducción de 400 euros introducida en el Presupuesto de 2009. Dichas modificaciones pueden aumentar los ingresos fiscales en una cuantía equivalente al 1% del PIB.

En los presupuestos de 2010 destacan, entre otros aspectos, el incremento de los gastos de personal en un 2,7%, el crecimiento del 7,7% previsto para el conjunto de los ingresos derivados de los impuestos, el descenso en un -14,9% de la inversión pública, la implantación de un nuevo Fondo de Inversión Local por una cuantía de 5.000 millones de euros y la previsión de aumento de las prestaciones por desempleo en casi un 19%.

De todo lo anterior se deduce que el gobierno pretende mantener el núcleo central de las prestaciones sociales, a la vez que intenta controlar el déficit público en 2010. Se echa en falta, y ello para el conjunto de la política económica, un mayor bloque de medidas destinadas a impulsar el crecimiento en el próximo año. También existe una opinión generalizada de que el nuevo Fondo de Inversión Local se debe de gastar con más racionalidad que el ejecutado en 2009, impulsando la creación de infraestructuras favorables a una mayor capacidad de competir para la economía española.

Se echa en falta, en fin más atención a la oferta productiva y escasean los planteamientos de largo plazo. Destaca en especial lo que se ha calificado como de “debilidad del marco institucional” para atacar a fondo los problemas de la economía (F. Mochon, “La salida de la crisis”, El Notario del siglo XXI, Octubre de 2009). Es posible que los presupuestos de 2010 no tuviesen margen de maniobra para incluir actuaciones de mayor alcance. Habrá que esperar al anunciado proyecto de Ley de Economía Sostenible para realizar una valoración más global del conjunto de la política económica del gobierno de España y, sobre todo, esperar y confiar en que la recuperación se instale en el resto del mundo.

(El Siglo, 2 de noviembre de 2009)